Ser voluntario de Cruz Roja

Queridos amigos y compañeros lectores del diario EL PAÍS: soy voluntario de Cruz Roja Española desde hace un año por la oficina local de Madrid (Casa de Campo).Durante este tiempo, mi experiencia me ha llevado a ser un gran profesional en socorros y emergencias en carretera, así como en asistencias a domicilio, sobre todo de personas de la tercera edad.

Siempre con éxito y viendo en cada intervención la felicidad y el agradecimiento de esas personas salvadas.

Para mí es un gran orgullo el poder hacer una obra humanitaria sin poder cobrar un duro. Eso se siente.

Pero esto no es más que el principio de esta gran historia de la Cruz Roja, en la que muchos voluntarios como yo sentimos estos momentos en el que cada fin de semana nos jugamos la vida por salvar a personas en una carretera.

La segunda parte viene cuando muchos estamos en el paro y nos sentimos útiles para hacer este trabajo durante este tiempo, que la mayoría de la sociedad lo ve absurdo y tiempo perdido porque no cobras ni un duro, pero que nosotros pensamos que puede servirnos de experiencia a la hora de buscar un trabajo.

Queridos amigos lectores, yo también estoy en el paro y necesito tener un trabajo, como también lo necesitan mis compañeros de la Cruz Roja, pero muchas puertas se nos cierran en la Comunidad de Madrid cuando enviamos nuestros currículos como voluntarios y éstos nos los rechazan porque no cotizamos a la Seguridad Social o no hemos tenido nunca una nómina que acredite que hemos estado trabajando en esta ocupación como socorristas o conductores de ambulancias.

¿Es que la labor de un voluntario que hace cosas por la sociedad y que renta dinero al Estado no vale?

¿Hasta cuándo vamos a seguir así?

No pedimos dinero, pedimos que se nos valore nuestro currículo a la hora de buscar un trabajo, aunque sea con muy pocos puntos, pero que se valore.-