El Sanse perdió ante el Langreo en un partido muy aburrido
Partido bastante malo y carente de vistosidad el disputado ayer entre el Langreo y el Sanse, que se saldó con un marcador favorable para el equipo local (2-1).En la primera parte ambos equipos abusaron del centrocampismo. Las ocasiones de gol fueron prácticamente nulas. El Sanse se colocó atrás en los minutos iniciales, a la espera del juego que hiciera su contrario. Pero al comprobar que los azulgrana no presionaban y que les costaba ir hacia arriba, el conjunto madrileño perdió el respeto a su rival y se lanzó al ataque cuando las ocasiones se lo permitían.
En el minuto 3, un balón que deja muerto el lateral izquierdo langreano Carreiro, cerca de las inmediaciones del área, es aprovechado por Arellano para pasar a su compañero Rubén, que se encontraba en la parte izquierda del área y dispara ante el solitario Melgar, que despejó el peligro. Con esta jugada del Sanse se comprobaba la ineficacia inicial defensiva de los langreanos. En el minuto 22 Rubén se va por la banda izquierda, internándose en el área, centra, y Soriano, que le pega al balón de una forma un tanto heterodoxa, introduce el esférico en las mallas para sorpresa de propios y extraños.
El Langreo intentó sobreponerse de la herida, pero el Sanse se encerró atrás esperando a los asturianos. El peligro que intentaban llevar los azulgrana era repelido con contundencia por la férrea defensa madrileña.
Fuerza y rabia
Tras el descanso, los discípulos del técnico local, Manuel Muñiz, salieron a por todas desde el primer minuto. Presionaron a los visitantes en su campo, más arriba que en la primera parte y no dieron por perdido ningún balón.
La riña del míster asturiano durante el descanso funcionó. De hecho, el Langreo presentaba otra cara muy distinta. En el primer minuto de juego un balón que mete en profundidad Blas por el centro de la defensa madrileña es recogido por Herrera en el área; el jugador dispara y el rechace llega a las botas de Rico que, con fuerza y rabia, el balón se introduce en la red, estableciendo el esperado empate para los locales.
Los azulgrana continuaron presionando y yéndose arriba con peligro. En el minuto 4, el lateral derecho langreano, Terente, se va por su banda y rebasa a su marcador con fuerza, pasa a Rico, que se encontraba en el área, pero su disparo es rechazado por la defensa madrileña. A los 10 minutos vendría el segundo gol de los langreanos, en un ataque que es materializado de cabeza por Herrera. Delirio en las gradas y resultado tranquilizador para los asturianos.
La clave del encuentro estuvo en la expulsión del jugador madrileño Prieto en el minuto 27, que vio la cartulina roja y dejó a su equipo con jugadores.
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