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BALONCESTO - LIGA EUROPEA

Martillo y yunque

El Madrid y el Barcelona, cal y arena en el torneo continental

No hay forma que se pongan de acuerdo. Real Madrid y Barcelona afrontaron el pasado miércoles la undécima jornada de la liguilla europea con la vista puesta en asegurar su presencia en los cuartos de final de la Liga europea. El tema no daba, para muchos números. La victoria les colocaba con los dos pies en la antesala de la final que se disputará en Tel Aviv.El Madrid contaba con la ventaja de jugar en su propia cancha. El Barcelona, con la de enfrentarse a un conjunto belga como el Maes Pils venido a menos. Mientras el Madrid vivía una reconfortante noche para deleite de sus desmoralizados aficionados, el Barcelona se dio un batacazo que le obliga a hacer encaje de bolillos en los tres partidos que le quedan si no quiere acabar antes de lo previsto Su enésimo intento de conquistar la máxima competición continental.

Lo del Madrid fue casi alucinógeno. Llegaba el Limoges con la herida de Atenas todavía abierta y con el recuerdo del nuevo desastre del Tenerife en las retinas de los madridistas. El encuentro duró menos de lo previsto. Más concretamente, 21 minutos (37-20), tiempo que tardó el Limoges en tirar el partido por la borda.

La inoperancia ofensiva del campeón francés, provocada en gran medida por una enorme intensidad defensiva blanca, acabó por ahogar sus buenas maneras en la defensa de su canasta. Michael Young, máximo encestador de la Liga, fue el claro exponente de su falta de acierto. Un hombre que acredita 25 puntos por partido se quedó en cuatro, Con un paupérrimo porcentaje de 2 de 17. Entre Santos y García Coll le privaron de oxígeno y balones, y el Limoges naufragó hasta extremos insospechados.

Con el campeón de Europa entregado, el Madrid se dedicó a una terapia propia y social. Las jugadas de fantasía se repetían para deleite de la sensible hinchada, que, deseosa de olvidar, se entregó en cuerpo y alma a la exhibición de Sabonis, Arlauckas y compañía. La única duda existente en el segundo tiempo acabó desvelándose: el Limoges no llegó a los 40 puntos, cifra ridícula no ya para, un campeón de Europa, sino para cualquier equipo con el mínimo oficio posible. Maljkovic, entrenador del Limoges, fue contundente al final del supuesto choque: "Quería desaparecer".

Mala consejera del Barca

Lo del Barcelona fue otro cantar. Los azulgrana no acaban de salir de las catacumbas. A un buen resultado (victoria en Leverkusen) responden con dos malos (derrotas en Manresa y Bélgica). Antes los problemas venían de Massemburg. Ahora parece que es Roberts, aquejado de problemas físicos, el que no responde.Como ocurrió el domingo frente al TDK, el Barca dejó escapar una clara ventaja (36-49, minuto 25), algo sistemático para un equipo con jugadores expertos. El Maes Pils igualó en ocho minutos (57-57, minuto 33), y ya no hubo quien lo arreglase. La irregularidad es mala consejera, y el Barça anda sumido en ella, por lo que Su clasificación se ha complicado en extremo. Y todavía le queda viajar a Atenas y recibir en su cancha al Madrid.

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