150 aspirantes sudan por seis plazas de bombero en Móstoles

Varones a partir de 1,65 metros de altura y una media de 70 kilos. Todo músculo, nada de grasa. Tan en forma están los aspirantes a las seis plazas de bomberos conductores que ofrece el Ayuntamiento de Móstoles que parecen 150 jugadores de fútbol americano. Todos están dispuestos a asumir el riesgo que supone esta profesión, si superan las pruebas: algunos, por el atractivo de un sueldo de 150.000 pesetas al mes, y la gran mayoría, porque en sueños se han visto muchas veces vestidos de azul.

Ser bombero es una profesión con un punto de romanticismo. Valga el caso de Alberto Muñoz, un joven empresario con la vida resuelta pero decidido a complicársela: "Me he presentado a varias convocatorias; siempre apruebo pero me quedo fuera del cupo de plazas. Pero pienso seguir intentándolo". Alberto es uno de los 150 hombres que ayer se sometían en el polideportivo El Soto a las seis pruebas físicas. La situación económica de este joven no es extensiva al resto de los aspirantes. Lorenzo Pérez, de 25 años, compatibiliza el entrenamiento diario con los trabajillos temporales que van saliendo". Las 150.000 pesetas mensuales con que se remunera este trabajo permanecen en la mente de muchos.Los supervivientes de las pruebas de cuerda, natación, carrera de velocidad, salto vertical y press militar (levantar un peso de 40 kilos en una posición sentada en ángulo recto) tendrán que demostrar sus dotes al volante y mostrar su nivel cultural en un test de 20 preguntas.

El objetivo es que los seis conductores comiencen a trabajar en junio dentro de una plantilla de 47 hombres, que atienden a una ciudad de 196.000 vecinos y además asisten a los municipios cercanos. "Tenemos en España la relación más baja de bombero por número de habitantes de Europa", lamentan los aspirantes.