_
_
_
_

La juez decide archivar el caso del "yonqui" muerto en Comendadoras

La juez que investiga la muerte del yonqui Jesús Sánchez- de 27 años, cuyo fallecimiento fue atribuido inicialmente a un grupo de skin heads (cabezas rapadas)- ha decidido archivar provisionalmente el caso. De momento no existen pruebas ni datos que incriminen a nadie, según fuentes próximas a la investigación. El archivo es provisional; de ahí que, si surge cualquier nueva pesquisa, el sumario pueda ser reabierto. La autopsia ha descartado que Jesús Sánchez hubiese sido víctima de una paliza.

Los familiares de Jesús Sánchez están personados como acusación particular en la causa. Sin embargo, ninguna de las partes ha solicitado, de momento, que se practiquen nuevas pruebas, según los citados medios.La Brigada de Policía Judicial está estudiando el resultado de la autopsia para tratar de abrir nuevas vías de investigación que ayuden a esclarecer esta extraña muerte, ocurrida el pasado 22 de noviembre.

La autopsia ha dejado claro que el cadáver de Sánchez no presentaba ninguna magulladura, por lo que la víctima difícilmente pudo ser apaleada: únicamente revela que sufrió un contundente golpe en la cabeza. Los brazos del fallecido mostraban también algunos pinchazos, lo que deja entrever su adicción a las drogas inyectadas. Los análisis también han revelado que Sánchez era un enfermo terminal de sida.

La paliza (golpes indiscriminados por distintas partes del cuerpo) suele ser la carta de presentación de los rapados. Esta premisa aleja, por tanto, la idea de que un grupo de skins se halle detrás de la muerte, según fuentes policiales.

La versión de que Jesús Sánchez fue asesinado por un grupo de cabezas rapadas partió de un hermano de la víctima; sin embargo, durante la investigación policial no han aparecido datos que corroboren esa información (véase EL PAÍS del pasado 27 de noviembre). Sobre los autores de la agresión, sólo consta el testimonio de un hermano suyo de 17 años. Éste declaró en el hospital Clínico, cuando Sánchez se encontraba aún en coma, que halló a Jesús tendido en el suelo cerca de la puerta del domicilio familiar, en la calle de San Bernardo. Según su testimonio, antes de perder el conocimiento su hermano le dijo que había sido agredido por unos rapados mientras se fumaba un porro en la plaza de las Comendadoras.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_