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La vieja guardia popular, confiada ante la renovación para los próximos comicios

Se admiten apuestas. El anuncio de renovación lanzado por el presidente regional del PP en Madrid, Pío García Escudero, ha abierto la veda de las quinielas políticas cuando todavía faltan 15 meses para las elecciones municipales. La "vieja guardía", principal objetivo del cambio, confía en su popularidad (Ángel Matanzo) y en el apoyo de las bases (Manuel Martínez Blanco), mientras Mota afirma que no le importa desaparecer de las listas.

Renovarse o morir es la consigna lanzada desde la cúpula del partido de cara a las elecciones municipales de mayo de 1995. Fuentes del PP se muestran totalmente convencidas de que el ala dura del partido (la derecha sociológica sobre la que se creó Alianza Popular) desaparecerá casi totalmente de las listas. Nombres como Manuel Martínez Blanco, Venancio Mota, Miguel Cantos, Manuel Martín Vela o Gabriel Astudillo o Isaac Ramos dejarán paso a políticos con un perfil más centrista en consonancia con las tesis defendidas por el presidente del partido, José María Aznar.Según esas mismas fuentes, se trata de liberar al partido de los depositarios del poder en los distritos. El anterior presidente regional, Luis Eduardo Cortés, pactó, según esta versión, con los presidentes del partido en los distritos para mantenerse en el poder. Un sitio en la ejecutiva regional a cambio del apoyo de los delegados de esos distritos.El relevio de Manzano

La continuidad de otra parte del actual equipo de Gobierno depende de la supervivencia del capitán del barco. En el caso de que el alcalde, José María Álvarez del Manzano no sea propuesto como cabeza de lista, Ana María García Armendáriz, Fernando López Amor o Antonio García Alarilla verían peligrar su puesto. Pero en el PP no suenan nombres para sustituir a Álvarez del Manzano y el partido no se puede permitir perder votos por disensiones internas.

"Las próximas elecciones se fijarán más en las personalidades que en los partidos o en la gestión", augura un concejal. El PP especula con la posibilidad de que el PSOE presente a José Barrionuevo (ex ministro de Interior) como candidato a la alcaldía de Madrid. En ese caso, fuentes del PP barajan nombres como Rodrigo Rato o Alberto Ruiz Gallardón frente a Álvarez del Manzano.

Algunos de los concejales rebeldes del Ayuntamiento de Madrid han acogido con escepticismo la advertencia del presidente regional del PP, Pío García Escudero, de que algunos ediles no repetirán mandato en las próximas elecciones.

Venancio Mota, presidente de los distritos de Vicálvaro y Moratalaz, se muestra dispuesto a no presentarse en la lista del PP si el partido se lo requiere. Incluso estaría dispuesto a renunciar a la presidencia del partido en Usera. "No necesito de la política para vivir", afirma.Mota, que junto con Manuel Martínez Blanco (concejal de Carabanchel) ha protagonizado diversos plantes al alcalde, José María Álvarez del Manzano, reitera su desmarque del anuncio de crear un partido con Martínez Blanco: "Nunca abandonaré el PP", proclama.

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Otro edil revoltoso, el ex concejal de Centro, Ángel Matanzo, declara que no siente amenazada su presencia en el Ayuntamiento de Madrid. "No sé por quién lo dirá", dice Matanzo en respuesta al anuncio de García Escudero.

Ante el deseo de la cúpula del partido de emprender una renovación en los niveles intermedios del PP, Matanzo se proclama "el concejal más carismático y el más popular de España". "También se renuevan los militares y todos tienen que hacer la instrucción antes de mandar", ironiza, "siempre hará falta un sargento".

Manuel Martínez Blanco (expedientado por haber llamado "golfa" a la concejal de Chamberí y también miembro de la ejecutiva nacional del Partido Popular, Mercedes de la Merced) confía en el apoyo de los vecinos de su distrito. "Que se respete lo que decidan las bases", pide el edil. "Yo sigo trabajando por los carabancheleros mientras otros se dedican a criticar a los compañeros de partido", argumenta.

Poltronas amenazadas

Los ediles más veteranos y con más años de ocupación de los despachos del Consistorio madrileño han observado con recelo desde el pasado verano la renovación de la cúpula del Partido Popular en Madrid. El anuncio de la llegada de los jóvenes cachorros de José María Aznar en pleno mes de julio desato las primeras suspicacias. Sobre todo cuando algunos de ellos no se recataron en advertir que varios ediles de la vieja guardia no iban a volver a figurar en las listas para los próximos comicios municipales, previstos para el año que viene. Por esta razón Venancio Mota y Manuel Martínez Blanco y, en un segundo frente de conflicto, Ángel Matanzo, urdieron a partir de entonces su contrataque. ¿Sus bazas? El apoyo de las bases en sus respectivos feudos.

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