Goleada renovadora en el feudo de Alfonso Guerra

Los renovadores andaluces del PSOE consiguieron anoche lo que parecía imposible: la mayoría de los delegados que acudirán al congreso federal de marzo. La tradicional hegemonía de los hombres de Alfonso Guerra en Andalucía quedó destrozada por una diferencia que nadie esperaba: 68 compromisarios separan a los dos sectores del PSOE andaluz, organización decisiva al contar con 230 de los 887 delegados que asistirán al cónclave. Los guerristas, nucleados en torno al secretario regional, Carlos Sanjuán, obtuvieron 81 compromisarios (un 35,3%) frente a los 149 (un 64,7%) de los renovadores, cuyo referente es el presidente andaluz, Manuel Chaves. Los congresos en las ocho provincias se desarrollaron en un ambiente tenso.

Tensiones y crispación fueron notas repetidas en la mayoría de los 88 congresos provinciales y comarcales del PSOE que comenzaron ayer y continuarán hoy. Guerristas, renovadores y una suerte de tercera vía se disputan voto a voto la designación de los compromisarios. Los renovadores luchan por erigirse en mayoría frente al guerrismo, aunque les ha salido el grano de una tercera vía. Los llamados felipistas confían en que ambas tendencias sumen sus fuerzas frente al bloque de Alfonso Guerra para alcanzar un 60%.El vuelco a la situación en Andalucía puede resultar finalmente decisivo, toda vez que el resultado conjunto en las demás comunidades muestra por ahora una cierta paridad de fuerzas entre ambos sectores tras los resultados de ayer.

Ésta es la primera vez que Guerra pierde en su feudo andaluz y, además, por goleada. Dos provincias desbarataron las numerosas cuentas que habían hecho dirigentes de ambas facciones: Málaga, cuna política de Carlos Sanjuán, y Huelva. Fue toda una sorpresa con la que no contaban ni siquiera los renovadores más optimistas.

Los renovadores obtuvieron sus mejores resultados en Sevilla, Málaga y Jaén, provincias a las que corresponde, en función de su militancia, el mayor número de representantes. Además, que daron a la cabeza en Huelva, Cádiz y Córdoba. En esta última capital, los seguidores de Guerra ni siquiera pasaron del 20% de los votos necesarios para obtener la cuarta parte de la delegación. Sólo en Granada -en una diputadísima votación- y Almeria triunfaron los guerristas.

Pese al varapalo, Sanjuán señaló anoche que se presentará "con todas las consecuencias" a la reelección como secretario regional en el congreso de los socialistas andaluces que se celebrará en abril, informa Antonio Méndez. "No me presento para ganar, sino por la defensa de un modelo de partido", afirmó.

Presión institucional

Sanjuán es uno de los dirigentes que con más pasión se opone a que el presidente andaluz, Manuel Chaves, ocupe también la secretaría regional, como proponen algunos renovadores.

El secretario del PSOE de Andalucía achacó el fracaso de las tesis guerristas a la presión ejercida desde las instituciones. Concretamente, Sanjuán apuntó hacia la Diputación Provincial de Málaga, a la que acusó de prometer inversiones del Plan de Empleo Rural a cambio del apoyo de los alcaldes. Ésta ha sido una de las denuncias más frecuentes de los guerristas de Granada y Jaén, donde la participación de los delegados de la Junta ha sido especialmente intensa.

La polémica dominó la mayoría de los debates de los socialistas andaluces, que sólo consiguieron presentar listas unitarias en Córdoba, Cádiz y Almería. Guerristas y renovadores se lanzaron mutuos reproches de abrir la crisis interna.

Las últimas declaraciones de Felipe González pidiendo manos libres para formar una Ejecutiva federal cohesionada fueron suscritas por la mayoría de los delegados renovadores. En frente se situaron de forma clara los guerristas, clamando por mantener el tándem González-Guerra.

El dato fundamental, a nivel nacional, de estas elecciones de delegados está en que en ocho de las 20 federaciones que irán al congreso se presentarán dos listas. Es decir, dos portavoces que actuarán respectivamente en nombre de la mayoría y la minoría. En el PSOE, la minoría tiene derecho a una representación en las listas de un 25% de los delegados si logra el 20% de los votos.