Los renovadores confían en que Guerra no acepte las condiciones de González

Los principales dirigentes del sector renovador del PSOE al bergan la esperanza de que el vicesecretario general del partido, Alfonso Guerra, no acepte las condiciones o propuestas que el líder socialista, Felipe González, le formule. En el terreno de los deseos, los renovadores con fian en que si la propuesta de González es la de formar una ejecutiva en la que Guerra esté en clamorosa minoría decida quedarse fuera. No obstante, los dirigentes consultados con firman que Felipe González no ha expresado sus intenciones ni a sus más allegados ni al propio Guerra.En este baile de expectativas de guerristas y renovadores, .ahora toca el turno a los primeros estar satisfechos y a los segundos reconocer que están algo desconcertados.

Por un lado, los guerristas están obteniendo en el proceso de elección de delegados para el congreso federal de marzo unos resultados que les permitirán configurarse como una minoría mayoritaria y, sobre todo, homogénea y en bloque compacto. De otro lado, los renovadores no han visto con agrado la declaración de Felipe González en relación a la permanencia de Guerra en la ejecutiva federal.

No obstante, todavía confian en que en estos dos meses exactos que faltan para el congreso federal la situación cambie a su favor y, sobre todo, que sus expectativas se cumplan respecto a dejar a Guerra en minoría en la ejecutiva.

Los renovadores reconocen que los resultados finales pueden quedar de la siguiente manera: un 80% de la representación repartida entre ellos y los guerristas, dado que otro 20%, aunque oficialmente los renovadores se lo atribuirán, pertenece a un sector difuso que suele llamarse de "convergencia", "postfelipistas", o "integradores", según algunas de las muchas denominaciones que han empezado a proliferar y que están moviendo al chiste en todo el partido.

En suma, este sector, también heterogéneo y no compacto, está formado por gentes que se mueven al grito de "ni con Felipe ni con Alfonso", pertenecientes a una generación que "todavía no' ha tocado poder". Asimismo, se meterían en este mismo saco grupos clásicos del partido que no quieren "significarse" y que trabajarán por la llamada integración, siendo sus más destacados adalides los socialistas vascos y los valencianos.

En este sentido, la preocupación de los renovadores está en que los guerristas pueden dar un susto en el, congreso al presentarse como un grupo homogéneo que actúa como "un partido dentro del partido", según apreciación de un dirigente renovador de Madrid.