11 cuerpos, en una fosa común en Ocosingo
Once cadáveres fueron exhumados el sábado en Ocosingo por forenses de la gubernamental Comisión Nacional de Derechos Humanos después de descubrirse en ese poblado de Chiapas la existencia de una fosa común que cavó el Ejército mexicano de forma clandestina el pasado 3 de enero para ocultar a algunas víctimas de los combates. El Ejército ha negado oficialmente cualquier acción que viole los derechos humanos.Hasta ayer no se había facilitado ninguna información oficial sobre la forma en que murieron estas personas, ocho de las cuales se cree que eran guerrilleros del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y los tres restantes civiles. La Comisión Nacional de Derechos Humanos procedió a la exhumación previa denuncia de vecinos de Ocosingo y ante el clamor de organismos también de derechos humanos, pero no gubernamentales, que son los que desde un primer momento han denunciado las supuestas anomalías del Ejército con los detenidos en combate, entre ellas, la aplicación de la ley de fugas.
Sin embargo, los militares mexicanos fueron ayer tajantes. Un comunicado de la Secretaría de Defensa calificó de "falsas, amarillistas y dolosas" las versiones periodísticas y de organismos nacionales e internacionales de derechos humanos que imputan a las tropas haber perpetrado ejecuciones sumarias y bombardeos indiscriminados contra gente inocente de varias poblaciones de Chiapas. Los militares estiman que se está informando parcialmente del conflicto de Chiapas porque "en ningún caso se recuerda que fueron ellos [el Ejército Zapatista de Liberación Nacional] quienes iniciaron los enfrentamientos".
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