Una empleada municipal que tenía piojos, despedida en Pinto
Una trabajadora municipal de Pinto (22.500 habitantes) fue despedida ayer, por acuerdo plenario del Ayuntamiento, "a raíz de su incomparecencia en el puesto de trabajo tras problema de parásitos". La trabajadora prestaba sus servicios como empleada de la limpieza en la escuela infantil municipal Virgen de la Asunción, donde fue acusada por un padre del consejo escolar del centro de "contagiar piojos a su hijo".Según la versión municipal, tras la denuncia del consejo escolar, en el pasado mes de octubre, la directora de la escuela infantil comprobó que la trabajadora tenía piojos y decidió concederle tres días libres para que siguiera un tratamiento desparasitario indicado por los servicios sanitarios de la escuela infantil.
Cuando la trabajadora acudió de nuevo a sus tareas se verificó que continuaba con el mismo problema y se le concedieron otros tres días, con idéntico resultado. Según fuentes sanitarias, "probablemente no siguiera adecuadamente el tratamiento prescrito". Después, la empleada ya no regresó a su puesto de trabajo. La alcaldesa del municipio, Gloria Razábal, de Izquierda Unida, ha manifestado que la dirección del centro ha intentado sin éxito ponerse en contacto con esta empleada que falta al trabajo desde el mes de noviembre.
"Un problema de caradura"
Según el concejal socialista Francisco González Mojarro, "el equipo de Gobierno ha optado por la solución fácil del despido en lugar de decretar una sanción previa". Para Mojarro, el Ayuntamiento debería haber considerado la posibilidad de una baja temporal por enfermedad. Pero, a juicio de la alcaldesa, "no es un tema laboral, sino de caradura, ya que esta persona lleva un mes sin acudir a trabajar ni atender los requerimientos municipales". Según una persona cercana a la empleada, ésta prefiere mantener el anonimato "porque se trata de un hecho desagradable, y además, tras el despido probablemente se vea obligada a recurrir a los servicios sociales del Ayuntamiento porque su situación económica y personal es bastante precaria". La Concejalía de Servicios Sociales de Pinto ha confirmado que esta vecina ya ha recibido ayudas "por su situación familiar difícil, con graves problemas inherentes a la pobreza". La trabajadora despedida aprobó hace tres años la oposición municipal a su puesto en el servicio de limpieza con la máxima nota, y desde entonces su contrato ha sido renovado con normalidad.
Para la alcaldesa, "su situación familiar fue determinante a la hora de darle la plaza". Según Razábal, el Ayuntamiento debe cuidar la imagen de sus trabajadores, "máxime cuando éstos desempeñan su labor en un centro con más de cien niños de entre cero y tres años".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.