Caótica primera sesión del nuevo Parlamento ruso
La Cámara baja del Parlamento ruso pareció ayer, en el día de su estreno, un escenario teatral. El líder ultranacionalista VIadímir Zhirinovski, ganador de las elecciones del pasado 12 de diciembre, hizo que la sesión transcurriera bajo el signo de la confusión. El presidente de edad, Gueorgui Lukava, de 69 años, que asegura que escribe sus intervenciones en rollos de papel de 25 metros, siguió al pie de la letra las indicaciones que el propio Zhirinovski le hacía desde su escaño. El resultado fue que los diputados se quedaron sin comer (se eliminó la pausa correspondiente) y que muchos no se registraron en señal de protesta por el estilo de Lukava, lo que impidió que hubiese quórum en la sesión de la tarde.El presidente Borís Yeltsin, que tiene en contra a la mayoría de la Duma, ni siquiera estuvo presente. Prefirió acudir al Consejo de la Federación, cuya composición le es más propicia.
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