El 'flipper' más grande del mundo hipnotiza al paseante desde un escaparate
Todos se paran ante el sonido de la máquina. Decenas de personas se agolpan frente al escaparate de la tienda de regalos Musgo, muy póxima a la zona de El Viso. Una pequeña bola de acero acapara toda la atención y recorre todos los rincones típicos de Suiza, representados en un laberinto mecánico.Se trata de una máquina fantástica, bautizada como Hollyball (bola viajera), construida por. el diseñador británico Charles Morgan, residente habitual de Nevey (Suiza), y registrada en el Libro Guinness de los récords de 1988 como el flipper más grande del mundo, ya que mide 4,8 por 2,2 metros y pesa una tonelada.
"Lo importante es no perder de vista la bola plateada"; dice un señor, espectador habitual de esta atracción, a sus dos nietos. El viaje comienza cuando la bola, cual intrépido turista, se sube a un teleférico rumbo a las montañas de los Alpes, para recorrer después los 52 metros de raíles que componen este entramado. La bola utiliza varios medios de locomoción: un tren, que a su paso hace sonar el cuerno de los Alpes; un. autocar, que arranca con su habitual claxon, y un barco, situado en la parte inferior del laberinto.
En su viaje, la bola recorre las verdes campiñas donde pastan cinco vacas lecheras, degusta el típico chocolate suizo, hace un alto en uno de los poderosos bancos del país... Esta original atracción estaba expuesta en tina de las jugueterías más grandes de la Quinta Avenida de Nueva York, cuando Margarita Rivera, decoradora, pasó por allí. "Me encantó; es poco navideño, pero es muy divertida y atrae a la gente", cuenta.
Hollyball, en el escaparate de la tienda Musgo en paseo de La Habana, 34.
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