El PNV considera "chuscas y del pasado" las apelaciones del Rey a la unidad de España

El discurso del Partido Nacionalista Vasco (PNV) se endurece por momentos. El portavoz peneuvista en el Congreso, Iñaki Anasagasti, aseguró ayer que el lenguaje empleado por el Rey para referirse a la unidad de España en su discurso de la Pascua Militar es "chusco y del pasado". Anasagasti agregó que el Monarca había aprovechado su alocución ante las máximas autoridades civiles y militares para airear "el típico discurso del nacionalismo español". El diputado nacionalista reiteró la idea de que la nación es un "plebiscito permanente", y recalcó que don Juan Carlos, "como jefe del Estado, no tiene que apoyarse sólo en las bayonetas, por decirlo en un lenguaje de la época napoleónica".

Los nacionalistas vascos no desaprovechan ninguna oportunidad para puntualizar cualquier expresión de lo que consideran "nacionalismo español". Después de la polémica en tomo al derecho de autodeterminación tras el acuerdo suscrito entre Londres y Dublín, Iñaki Anasagasti respondió ayer al llamamiento realizado por el Rey a los nacionalistas para superar "la tradicional desunión" de España. "Un país que necesita al Ejército para estar unido no es un país", comentó ayer el portavoz vasco en el Congreso, quien agregó que don Juan Carlos se había dedicado de nuevo a aventar las "esencias nacionales".Para Anasagasti, apelar a la unidad nacional tal y como hizo el Rey es "chusco". El diputado del PNV se atrevió incluso a dar consejos al Monarca y le indicó que ', más le valía apelar a que se cumpla la ley, porque el Estatuto de Gernika no se está cumpliendo". La diversidad enriquecedora a la que se refirió don Juan Carlos en su intervención también fue contestada por el portavoz nacionalista. El Rey resaltó que "la diversidad que nos enriquece debe unirnos en lugar de separamos". El PNV cree, a su vez, que la diversidad es enriquecedora "sólo si se respetan las reglas del juego, y el Estado no lo está haciendo" en el desarrollo autonómico.

Anasagasti añadió que el Gobierno central se pone nervioso cuando se habla del Ejército y del derecho a la autodeterminación y añadió que "una democracia no debe tener palabras tabúes. En última instancia, nuestro futuro dependerá de la voluntad del pueblo. La nación es un plebiscito permanente y no está asentada ni en las bayonetas del Ejército, como decía Napoleón, ni en los fusiles Cetme, sino que se verá determinada por el libre juego dernocrático". Para el PNV, el Rey habló con los "viejos esquemas de la unidad y de las cúpulas militares", sin darse cuenta de que "el Ejército actual va a ir desapareciendo en muy pocos años dando paso a un cuerpo militar europeo profesional", según Anasagasti.

Además, el portavoz del PNV cuestionó la "perfecta integración de los militares en la vida del país y que todos sus ciudadanos estén orgullosos de sus ejércitos", como señaló el Rey.

El nacionalismo catalán

El presidente de Eusko Alkartasuna, Carlos Garaikoetxea, mostró a Europa Press su sorpresa por las palabras de don Juan Carlos cuando no existe un asalto a la unidad nacional. Para Garaikoetxea, no obstante, las palabras del Rey entran dentro de la lógica y constituyen un mensaje de rigor.

El discurso no despertó especial reacción en Convergéncia. El senador Joaquim Ferrer considera positivo el reconocimiento de la diversidad española por el Rey: "Si bien no es la primera vez que ocurre, me parece absolutamente positivo [ese reconocimiento]. Es a partir de la diversidad que se construye el edificio conjunto". Ferrer no considera que los nacionalistas catalanes deban sentirse aludidos por el llamamiento real.

El presidente catalán, Jordi Pujol declinó hacer comentario alguno sobre el discurso real. Mayores reticencias planteó el socio democristiano de Convergéncia, Unió Democrática, cuyo líder, Josep Antoni Duran Lleida, de viaje en Chile, consideró: "Si lo que el Rey quiere manifestar en su discurso es que hay que reforzar el respeto a la diversidad para garantizar la unidad, no tengo grandes objeciones. Quiero interpretar en las palabras del Rey el acento en que España es una realidad plurinacional, pluringüística y pluricultural". Para Duran, "los peores enemigos de la unidad del Estado son aquellos que pretenden consolidarla negando su pluralidad".

El líder democristiano considera que quienes tienen que sacar conclusiones del discurso real son aquellos que sostienen un nacionalismo español pasado de moda "que justifica la causa separatista que no compartimos".