Papeles cambiados
Nadie le tiene tantas ganas al Madrid como Cruyff ni nadie se desvive por ganar a Cruyff como Floro. Hay incluso analistas que reducen la contienda a una lucha entre el corazón de Cruyff y la cabeza de Floro. Tal obsesión por la victoria puede afectar al desarrollo del choque. Alineaciones. Cruyff tiene por norma retocar la alineación cuando enfrente está el Madrid. Además, no es lo mismo jugar con Romario que hacerlo sin él. Las apuestas favorecen al brasileño y, en contrapartida, peijudican a los centrocampistas con capacidad de sorpresa. Koeman parece imprescindible tanto por su carácter como por su juego antilíneas, pese a la obsesión por marcar goles de todo el grupo. En un partido caliente como el que se cuece, Stolchkov o Laudrup podrían quedar relegados al banquillo. Esta vez, si embargo, es Floro, y no Cruyff, quien anuncia cambio, y eso invierte en cierto modo los papeles. Es mas, Rexach ha dicho: "¡Por fin hemos encontrado la fórmula para ganar al Madrid!". Floro sabe que los buenos trabajos en el Camp Nou han sido capitaneados por jugadores como Luis Enrique y Llorente, y estudia hasta dejar a Prosinecki en el banquillo. En el Barcelona deciden los extranjeros, y en el Madrid los nacionales.
Irregularidad. El Barcelona ha perdido 11 puntos en 17 jornadas y últimamente tiene problemas por sacar los partidos de casa: ha perdido con el Lleida y ha empatado con el Logroñés. El Madrid ha cedido los mismos puntos que el Barcelona en campo contrario (ocho) -la diferencia está en una derrota más acumulada en el Bernabéu- y ha sido capaz de recortarle una ventaja de hasta cinco puntos. La virtud del Madrid es que no necesita jugar bien para sacar buenos resultados, mientras que el Barca sólo gana cuando juega bien, y acostumbra a jugar bien en tensión. Estadística. Los números dicen que Floro se maneja bien en los mano a mano con Cruyff (tres victorias, dos empates y una derrota), sobre todo en las confrontaciones coperas, pero la historia liguera asegura que el Madrid no gana en el Camp Nou desde hace 10 temporadas (22 de octubre de 1983). El equipo blanco, por lo demás, acostumbra a marcar en sus visitas al estadio: falló sólo en 1988-89.
Otros. El Madrid domina mejor las jugadas de estrategia y tiene un método de trabajo. En el Barcelona manda el instinto. Cruyff no es un buen corrector de partidos: el Barça arrasa o lo atropellan. El ambiente puede resultar también decisivo. La grada bullirá por la vuelta madridista en la Supercopa. El césped, mientras, juega a favor del Madrid, quejoso por el mal estado del Bernabéu.
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