Los accidentes de carretera bajan por quinto año consecutivo

La carretera no es tan asesina como amenazaba a finales de los ochenta, cuando 1989 se convirtió en el peor año en la historia del tráfico en España. Entonces dejaron su vida en el asfalto 5.940 personas, la mayor siniestralidad de las carreteras españolas. Desde aquel ano, y pese a que el parque de vehículos ha aumentado en casi cuatro millones, el número de accidentes mortales ha iniciado un descenso ininterrumpido. El pasado fin de semana se han registrado 29 accidentes, en los que han perdido la vida 30 personas, 22 han sufrido heridas graves y otras 17 leves, según la Dirección General de Tráfico.El balance provisional de siniestros mortales ocurridos en 1993 facilitado por Tráfico el pasado 1 de enero, arroja, por quinto año consecutivo, un descenso con relación al año precedente: 238 accidentes menos que en 1992 y 356 fallecidos menos. El escalonamiento de la mortalidad queda así: 5.940 muertos en las 24 horas posteriores al accidente en 1989; 5.736 en 1990; 5.650 en 1991; 5.088 en 1992 y 4.732 en 1993.

Cuando se conocieron los datos de junio y julio pasados, los observadores de la siniestralidad del tráfico dieron la alarma: al año de la entrada en vigor del endurecimiento de las normas de circulación, la mortalidad registraba un repunte que superaba las cifras de los mismos meses de 1992. La tendencia recuperó su dirección descendente en agosto y se ha mantenido así hasta finales del pasado año.

Un estudio encargado por la Dirección General de Carreteras revela que la siniestralidad en la red de vías dependientes del Estado había bajado un 30%.

Coeficiente

Pese a ello, los muertos son muchos más que los 4.732 escrutados por Tráfico. A esta cifra hay que añadir el resultante de multiplicar ese número por un coeficiente (1,3) con el que se calcula la cantidad de accidentados que mueren después de las 24 horas siguientes al percance, pero a consecuencia del mismo. De manera que resultan 6.151 muertos y más de 500 lesionados medulares. Este coeficiente es el que Tráfico establece para tal cálculo.Tráfico considera exageradas esas cifras, porque sitúan a las carreteras españolas como las más siniestras de Europa. La DGT estudia reducir ese coeficiente para equilibrar los porcentajes de víctimas en carretera con los fallecidos en vías urbanas.