Más sobre Durruti
La palabra no es "indignación", sino más bien "tristeza". Tristeza, y ya sin comillas, por constatar que un reputado medio de comunicación como es el que usted dirige da cabida en sus páginas a vergonzantes panfletos. Me refiero, en concreto, al titulado Émulos de Durruti, publicado el 16 de noviembre del presente año.El autor de tan gratuita agresión a cualquier intelecto y sensibilidad comete varios errores:
1. Confundir una ¿ordenación? viaria con un proyecto de liberación económica, social y política.
2. Mezclar un dolor auditivo, estético y posicional con la historia de lo que para muchos fue y es una esperanza.
3. Desconocer que, en todo caso, los anarquistas españoles (y los de cualquier sitio) serían más felices si en el mundo existiesen menos mentecatos.
4. No saber que, antes de escribir acerca de Durruti, conviene lavarse las manos.
Posdata. Sugeriría que, en caso de ser publicada, el título de esta carta fuese Los mulos contra Durruti.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
