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Obras Públicas descarta el carril-bus central para el tramo Getafe-Madrid

La distribución de los carriles para el tráfico colectivo que el Ministerio de Obras Públicas implantará en la carretera de La Coruña (N-VI) no se aplicará al tramo Getafe-Madrid, en contra de lo que estaba previsto. Este modelo consiste en reservar los carriles del centro de la calzada para el transporte público. En este tramo se aplicará una solución menos novedosa y más barata: utilizar vías laterales de nueva creación.

La idea del carril-bus central partió de la Dirección General de Planificación Intermodal del Transporte en las Grandes Ciudades. La opción se consideraba idónea, en la medida en que no resultaba factible simultanear la ampliación de la calzada actual a tres carriles y construir un carril-bus adicional a lo largo del tramo que separa el núcleo de Getafe de la glorieta Elíptica, en Madrid.Este tramo de siete kilómetros es recorrido diariamente por 320.000 personas, entre las que figuran los residentes en Toledo y Getafe y los estudiantes de la Universidad Carlos III.

El traslado de todos estos usuarios en horas punta hace prácticamente intransitable la carretera actual, en la que se genera una enorme congestión debido a que sólo dispone de dos carriles en cada sentido.

La solución propuesta por Planificación de trasladar a este trayecto el modelo de carril-bus central aplicado a la carretera de La Coruña chocó con el propio Ministerio de Obras Públicas, cuyo departamento de carreteras tenía ideas propias y diferentes para este tramo, en consonancia con las directrices sobre planeamiento de la Red de Carreteras de la Región Metropolitana de Madrid.

Este proyecto alternativo, que ya estaba redactado mientras Planificación Intermodal diseñaba el suyo, proponía la simple ampliación de un carril adicional por cada sentido entre Getafe y la plaza Elíptica.

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Esta disparidad de criterios dentro del mismo ministerio se ha resuelto, después de varios encuentros entre los ingenieros de Planificación y Carreteras, mediante el diseño de una solución mixta que conjuga la ampliación de un carril adicional en cada sentido, que sería utilizado exclusivamente por el tráfico de servicio a las áreas residenciales o industriales de los aledaños, y otro carril en los márgenes externos de la carretera, en lugar del previsto inicialmente, que se situaba en las calzadas centrales de la vía.En este momento se trabaja en la plasmación de estas ideas en los planos de los proyectos constructivos. El coste de las obras no ha variado en principio de las cifras originales que lo situaban en torno a los 2.179 millones de pesetas, de los que 572 estaban asignados al pago de expropiaciones.

Los redactores del proyecto de ampliación de este tramo viario de la N-401 ya advierten, sin embargo (véase EL PAIS del 14 de agosto pasado), que la nueva autovía ampliada a tres carriles en cada sentido -el cuarto sería para los autobuses- alcanzará en ocho años la misma saturación que padece ahora. Los carriles-bus no resuelven el problema, según los estudiosos, pero "mejoran la movilidad de los usuarios del transporte público".

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