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Las granadas serbias siembran el terror en el centro de Sarajevo

Un concurrido mercado de Sarajevo volvió ayer a ser el principal objetivo de las certeras granadas serbias. Cuatro cadáveres quedaron tendidos sobre el asfalto. La capital bosnia vivió ayer una nueva jornada sangrienta en la que numerosos proyectiles de grueso calibre estallaron en diversos puntos de la ciudad. Hasta media tarde, los cuerpos de seis personas fueron trasladados al depósito de cadáveres, y 28 heridos, en su mayoría de avanzada edad, ingresaron en el hospital. De ellos, 19 se hallan en grave estado.

Durante todo el día pudo escucharse en Sarajevo el estruendo de explosiones y tiroteos, los más violentos registrados en la capital bosnia desde las conversaciones de Ginebra de la semana pasada.El ataque más mortífero se produjo en el mercado de Ciglane, en las proximidades del antiguo estadio olímpico, donde cuatro personas perdieron la vida y 16 resultaron heridas por la explosión de dos granadas de mortero. Otros proyectiles cayeron en la parte occidental y el centro de Sarajevo. Vinka, de 27 años, regresaba corriendo de su primer día de trabajo en la organización humanitaria Adra. Tenía prisa para ver a sus dos hijos. Cruzó el mercado de Ciglane y cuando pasaba bajo el puente del mismo nombre se produjo la explosión. "A mi alrededor había muchos muertos y heridos. Era un infierno", recuerda en su cama del hospital Kosevo. "Si no hubiera ido tan deprisa la explosión se habría producido antes de mi llegada y no me habría pasado nada", dice.

Vinka, de nacionalidad serbia, llegó al hospital con la pierna izquierda prácticamente destrozada. Tras la intervención, los médicos le han asegurado que podrá volver a caminar sin dificultad.

Mientras las granadas caían sobre la capital bosnia, en el aeropuerto se procedía a evacuar a cuatro niños afectados de leucemia y cáncer del sistema linfático y a un adulto herido tras un acuerdo alcanzado por las autoridades de Sarajevo y las milicias serbias.

Distinta suerte corrió otro grupo de 45 heridos y enfermos que se dirigía desde Zenica (en Bosnia central) a Sarajevo para ser evacuados. El convoy fue retenido en un control serbio cerca de Kiseljak, a unos 30 kilómetros al norte de Sarajevo. Tras intensas negociaciones, una niña de cuatro años, enferma de leucemia, pudo continuar hasta Sarajevo, de donde fue evacuada ayer hacia Italia.

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