Alexander Trautner, arquitecto de los sueños del cine

Alexander Trautner, el hombre que se inventó la gigantesca oficina de El apartamento, el París del XIX en Les enfants du paradis, el paisaje de pesadilla humorística de El proceso, el universo subterráneo de Subway o el inquietante patio de vecinos de Le locataire, ha muerto a los 87 años. Nacido en Hungría, Trautner, pintor y dibujante de talento, se convierte a finales de los años treinta en el mejor decorador del cine francés, creador físico del realismo poético que hizo famosos a Jacques Prévert y Marcel Carné. El era el artesano de los dos artistas.Cuando Billy Wilder le conoció quedó deslumbrado por su talento. En Hollywood siempre le preguntaban lo mismo: "¿Dónde encontraste esa oficina enorme?". Era la de Jack Lemmon en El apartamento. Luego, siempre para Wilder, hizo Irma la dulce y un mercado de Les Halles mejor que el auténtico, y hoy, una vez desaparecido éste, quizás el mejor testimonio visual de una arquitectura derribada por la especulación y el urbanismo idiota de los setenta.

Trautner estuvo a punto morir durante la ocupación alemana. Dada su condición de judío tuvo que pasar a la clandestinidad para escapar a la persecución. Pero Prévert y Carné le necesitaban, y para ellos hizo Les visiteurs du soir y Les enfants du paradis, sin figurar en los créditos de la época. Con Orson Welles se apoderó de la antigua estación de Orsay, y en ella elaboró el laberinto físico que correspondiera al laberinto jurídico, moral y psicológico en el que se sumergía Tony Perkins convertido en el héroe kafkiano de El proceso. Entre sus últimas películas figura Frentic, de Polanski, y Round midnight, de Tavernier.

Trautner será enterrado, junto a su gran amigo Jacques Prévert, en un pueblecito normando cerca del océano.