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El acuerdo entre Washington y Bruselas sobre la Ronda Uruguay, al alcance de la mano

Lluís Bassets

Estados Unidos y la Unión Europea están en la recta final del acuerdo bilateral que abre la última puerta de la Ronda Uruguay del GATT. Los negociadores de ambas potencias, el comisario europeo Leon Brittan y el embajador comercial norteamericano Mickey Kantor, aseguraron, al término de la reunión de ayer, que el contencioso agricola está prácticamente resuelto. "Hemos hecho grandes progresos y tenemos la esperanza de lograr un acuerdo final", dijo Brittan. Fuentes diplomáticas confirmaron que, salvo en la disputa audiovisual, el pacto está cerrado y que el paquete global podría concluirse el próximo lunes, cuando se vuelvan a reunir las dos delegaciones en Bruselas tras consultar con sus Gobiernos respectivos.

[Pese al optimismo, Willy Claes, presidente del consejo y ministro de Exteriores belga fue muy cauto. "Es peligroso sacar conclusiones. Quedan todavía elementos a clarificar y otros a solucionar" afirmó por la noche, al término del Consejo de Ministros de Asuntos Generales en el que Brittan informó al consejo de las negociaciones. En términos semejantes se pronunció también el jefe de la diplomacia española, Javier Solana, informa Walter Oppenheimer].

Brittan y Kantor se separaron tras dos días de negociación con amplias sonrisas y mutuos elogios. "Soy mucho más optimista. Los progresos son tangibles. Los funcionarios trabajarán todo el fin de semana y nos veremos de nuevo el lunes", dijo Brittan. "Estamos en una encrucijada y la historia nos juzgará duramente si no somos capaces de culminar la negociación", añadió Kantor.

Brittan entonó también un estribillo archiconocido de la Ronda Uruguay, que permite mantener la ambigüedad. "El proceso de discusión no está cerrado. No hay acuerdo sobre nada hasta que no hay acuerdo sobre todo", dijo. El negociador norteamericano, por su parte, aseguró que en los últimos años sucedía al revés: "Parecía haber acuerdo sobre todo y en consecuencia no había acuerdo sobre nada".

Brittan dejó claro que la culminación del acuerdo bilateral ha desbordado en este momento la capacidad de decisión de Washington y Bruselas, que necesitan la ayuda de los otros países para cerrarlo: "Ya no estamos en una negociación bilateral. Unos y otros trabajamos en estrecho contacto con el director general del GATT [Peter Sutherland]".

Las consultas entre hoy y el lunes afectarán también a los países terceros, para conocer su reacción. La intención de ambas partes es obtener el acuerdo bilateral el lunes y llevarlo a un nuevo Consejo de Ministros el mismo día, para que queden todavía nueve días antes de la fecha final del 15 de diciembre.Aprender la lección

Leon Brittan ha aprendido bien la lección de su antecesor, el holandés Frans Andriessen, que firmó el acuerdo de Blair House con EE UU y luego fue desautorizado por Francia y por el permanente aplazamiento de la votación de ratificación por parte del Consejo de Ministros europeo. El actual comisario de Comercio ha situado los dos momentos claves de la negociación, ayer y el lunes, en días de Consejo de Ministros comunitarios, para dar los últimos pasos con pleno acuerdo de los Doce. También la Comisión Europea se reunió ayer por la tarde y hará lo propio el domingo. Todo se encamina, lentamente, pero por el momento sin frenazos ni sustos, hacia el acuerdo final.

No hay en estos momentos ninguna duda de que el último plazo -el tercero, según subrayó Warren Christopher- del Congreso norteamericano está funcionando como una especie de amenaza de suicidio bursátil colectivo. Si no hay un acuerdo, por elemental que sea, el día 15, todas las previsiones indican que el 16 será un jueves negro para las bolsas y para los gobiernos.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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