CC OO aprueba por unanimidad convocar la huelga general en la última semana de enero

El consejo confederal de CC OO aprobó ayer por unanimidad convocar huelga general en la última semana de enero, tal y como había propuesto su secretario general, Antonio Gutiérrez, tras alcanzar, en la mañana de anteayer, un acuerdo con el secretario general de UGT, Nicolás Redondo. Gutiérrez, al cerrar el consejo, advirtió que "esta huelga es laboral, no política". La central UGT también ha iniciado el proceso de ratificación. Ayer celebró una primera reunión entre la ejecutiva y las federaciones sectoriales para analizar su estrategia ante la huelga. Para mañana está previsto un encuentro de Gutiérrez y Redondo con Felipe González, que recibirá a miembros de la Confederación Europea de Sindicatos.

La reunión del máximo órgano ejecutivo de Comisiones se abrió, a primera hora de la mañana, con sendos Informes, por orden cronológico, del secretario de política institucional, José María Fidalgo, y del secretario general, Antonio Gutiérrez. Ambos detallaron el fracaso del proceso negociador abierto con el Gobierno para alcanzar un pacto social y explicaron las razones por las que proponían que la huelga se celebre en enero. El principal argumento esgrimido por la dirección de CC OO fue no poner en ningún momento en peligro la unidad sindical.Una vez escuchadas estas opiniones iniciales, treinta y cinco de los asistentes pidieron la palabra, lo cual prolongó el consejo confederal hasta bien entrada la tarde. En las intervenciones hubo un apoyo prácticamente unánime -tal y como demostró la votación posterior, con una sola abstención- a la conveniencia de realizar huelga.

Propuestas

Sin embargo, hubo varios ponentes que realizaron propuestas complementarlas a las de Gutiérrez. En resumen, pidieron acompañar la convocatoria de huelga general con una especie de plataforma en la que se detallen las peticiones y las propuestas de las centrales.

La reunión concluyó con un informe final de Gutiérrez y la aprobación casi por unanimidad -sólo se registró la abstención de un representante de la Federación de Banca- de celebrar la huelga en la última semana de enero, aunque el día concreto no está aún cerrado.

En la exposición de su informe, Gutiérrez remarcó que la huelga "es laboral, no política. No pretendemos desestabilizar al Gobierno ni al presidente del Gobierno, sino que retiren las medidas [de reforma del mercado laboral]". Además, barajó la idea de dejar abierta la puerta de la negociación siempre y cuando la petición provenga del presidente del Gobierno, según confirmó uno de los asistentes a la reunión.

Tras finalizar el consejo confederal, el secretario de acción sindical de CC OO, apuntó que "bajo el lema Para que no te despidan, la huelga será un éxito". Moreno señaló que esta huelga tiene tanta carga como el 14-13 [anterior huelga general de 24 horas], aunque no se debe comparar con ella".

Mientras tanto, el proceso de ratificación de la protesta en UGT va más lento. Ayer, se reunió la ejecutiva del sindicato y abordó los primeros detalles del proceso de organización de la huelga general de enero, que culminará con el comité confederal que se celebrará el 9 y el 10 de diciembre. Además, hubo un encuentro con los secretarios generales de las federaciones sectoriales de la organización, que apoyaron "unánimemente" la decisión de proponer la convocatoria de huelga general, según fuentes ugetistas.

En paralelo, las federaciones y las uniones del sindicato socialista empezaron a analizar la fórmula para llevar a cabo la campana informativa previa a la protesta. Algunas federaciones han convocado urgentemente a sus respectivos equipos ejecutivos. En concreto, la de Construcción, cuyo máximo responsable, Manuel Garnacho, mantuvo divergencias con algunos dirigentes del sindicato en las últimas elecciones generales, tendrá una reunión extraordinaria el próximo sábado.

Al margen del proceso de ratificación de ambas centrales sindicales, ayer siguió el debate sobre la efectividad de las medidas de reforma del mercado laboral que tiene previsto aprobar el Gobierno el próximo viernes. El catedrático de Derecho del Trabajo Juan Antonio Sagardoy la calificó de "necesaria, dolorosa e insuficiente".