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El Leganés se ejercita en la suma de puntos

El Éibar empató en los últimos minutos

El Leganés ya se está acostumbrando a sumar puntos. A pesar le ello, consiguió un empate con sabor amargo. En el tramo final del partido desperdició una ventaja de dos goles en un encuentro embarullado y cargado de agresividad. El equipo madrileño se hundió tras encajar el primer gol en un confuso penalti. Quedaban 11 minutos para el final, y el Leganés se vino abajo en unos momentos de tremendo riesgo. En el desenlace del encuentro el Éibar apretó hasta conseguir nivelar un encuentro donde trabajó con más ardor el Leganés.El partido ya comenzó mal para el equipo visitante. A los tres minutos, Luis Ángel Duque recomponía el sistema táctico al lesionarse Barcia. El Leganés perdía así a uno de sus mejores hombres. En su puesto salía al campo Javi, un muchacho del filial que tenía la difícil misión de ahogar a Cuéllar, uno de los hombres más peligrosos del equipo guipuzcoano.

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Con los cambios, el Leganés se despistó, y en la primera parte del partido ofreció una angustiosa debilidad defensiva. En dos despistes llegaron dos remates de cabeza que provocaron una fuerte discusión entre los propios defensas del Leganés. El equipo, enojado, reaccionó, y desde el minuto 20 el Leganés manejó el partido. Comenzaron a serenarse y a suavizar el juego hombres como Andrés y Vivar, que expresaban a sus compañeros cómo superar al rival: control y toqué frente a la asperidad y el juego aéreo guipuzcoano,

En tres minutos llegaron dos ocasiones para el Leganés en las botas de Alonso. En el minuto 24, el portero Garmendia salvaba junto al poste un sensacional lanzamiento de Alonso. El Lega estaba lanzado y crecido, y Vivar, con un certero cabezado adelantaba a su equipo en el marcador. Con el 0-1 el Leganés se echó atrás para defender su gol. En el minuto 40 el árbitro expulsó en una misma jugada a Juanma, defensa del Leganés, y al delantero eibarrés Arriola. Teóricamente el Leganés perdía más porque se quedaba sin una de sus torres, que tanta falta le iban a hacer para defender las acometidas del conjunto guipuzcoano.

En la segunda parte, el partido se puso más a favor del Leganés. Antonio aprovechó un fallo para conseguir su segundo gol. Con los dos tantos los jugadores se encerraron aún más, y se entregaron a la lucha cuerpo a cuerpo. Aguilera, con dos excelentes intervenciones, transmitía tranquilidad al equipo y Mesas animaba a sus compañeros con constantes gritos.

A falta de 11 minutos para el final, en un barullo en el área del leganés, el árbitro señaló penalti. Con el 1-2 Andrés se plantó solo ante el portero vasco Garmendia. El Leganés perdió la oportunidad de sentenciar el encuentro y entró en una fase crítica. En uno de los numerosos balones que colgó el Éibar llegó el empate de los locales.

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