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Maragall prepara su candidatura para presidir el Comité de las Regiones de la Unión Europea

Lluís Bassets

El alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, está preparando su candidatura a la presidencia del Comité de las Regiones de Europa, una nueva institución de la Unión Europea establecida en el Tratado de Maastricht, que deberá empezar a funcionar antes del 15 de enero. Maragall está a la espera de saber la composición del comité y la confirmación de que la presidencia se halla a su alcance para tomar la decisión. Por el momento, cuando la mayor parte de los países han nombrado ya a sus representantes, los asesores del alcalde consideran que cuenta con buenos indicios, pues hay un enorme equilibrio entre derecha e izquierda y entre municipalistas y regionalistas.El Comité de las Regiones es un órgano consultivo creado por el Tratado de Maastricht en el que están representadas tanto regiones como entidades locales. El nombramiento de los representantes españoles -los 17 presidentes de las 17 comunidades, más cuatro alcaldes con sus correspondientes suplentes- ha cerrado la polémica entre el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y Maragall, sobre el peso de los dos tipos de entidad.

Pujol, presidente de la Asociación de Regiones de Europa, quería un órgano sin representación municipal, mientras que Maragall, que preside el Comité Consultivo de Regiones y Municipios de Europa, propugnaba un mayor peso de las grandes ciudades europeas. La Comisión Europea, según los nombramientos realizados hasta ahora, considera que existirá un notable equilibrio entre municipalistas y regionalistas.

Después del 12 de diciembre, día de las elecciones municipales portuguesas, se despejarán los últimos datos sobre la composición, pues el país vecino podrá entregar finalmente los nombres de sus representantes.

Todos los datos apuntan a que también habrá un gran equilibrio ideológico, con una representación similar a la del Parlamento: dos grandes partidos -socialista y popular- y los liberales como bisagra. De ahí que el alcalde de una gran ciudad prestigiada internacionalmente por los Juegos Olímpicos y militante socialista tenga muchas posibilidades de alcanzar la mayoría de los 189 miembros del comité, que deberán elegir al presidente en enero.

Pujol ya ha manifestado su intención de no asistir a las reuniones de este organismo, "en el que no cree", según fuentes de la Comisión Europea, y esperará a la reforma de Maastricht, prevista en 1996, para intentar eliminar a las entidades locales del comité. Será su consejero para las relaciones exteriores, Joan Vallvé, quien representará a Cataluña en Europa.

El desistimiento de Pujol deja, en cualquier caso, el camino expedito a Maragall, pues en Bruselas no se veía con buenos ojos un traslado del enfrentamiento barcelonés y de la rivalidad entre las dos principales entidades al nuevo comité. Esto no significa que el presidente de la Generalitat contemple impasible la llegada de su rival político a una plataforma internacional que además quisiera ver totalmente reformada.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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