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El Madrid gana con los suplentes después de dos prórrogas

El Real Madrid no estaba para demasiadas celebraciones, a pesar de jugar su partido número 1.000 en la Liga. Las tres derrotas consecutivas con que se presentaba eliminaban cualquier vestigio lúdico del seno del equipo. El objetivo de Luyk se cifraba en que sus jugadores sólo se sumaran a la fiesta después de los 40 minutos, pero únicamente si aportaban la victoria 845. Y es que un cuarto fracaso habría provocado la aparición de una palabra temida en cualquier vestuario: crisis.El San Fernando la sufre desde hace tiempo y es de identidad. El equipo sevillano anda sumido en una delicada fase en la que intenta definir su adscripción a la zona noble o al barrio obrero del baloncesto español. Y si ayer no obtuvo la respuesta, tal vez no la logre nunca. Y es que desaprovechar dos prórrogas que el Real Madrid afrontó sin Biriukov, Cargol, Arlauckas y Sabonis (eliminados por personales) no es propio de un equipo grande (8585 al final de los 40 minutos; 9494, tras la primera prolongación de cinco minutos).

Lo fue, sin embargo, el Real Madrid, gracias a los habituales acompañantes de las estrellas. Con un quinteto formado por Antúnez, Lasa, Santos, Martín y Romero, el equipo blanco fue capaz de aguantar en la primera prórroga a un San Fernando que conservaba a todos sus hombres, para machacar con total autoridad en la segunda.

En jornada proclive a gestas épicas y ante la mirada de muchos históricos, José Lasa firmó 10 minutos sublimes que dieron la victoria a su equipo. El joven base madridista tomó toda la responsabilidad, soltó la mano y anotó 15 puntos en los 10 minutos más importantes de su carrera.

El base estuvo bien secundado por sus compañeros, Antúnez especialmente, autor de uno de sus mejores partidos desde que milita en el Real Madrid.

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