Solchaga defiende que el Estado de bienestar trate mejor a los más débiles
Carlos Solchaga se mostró ayer como uno de los dirigentes socialistas que tienen más claras algunas de las reformas del Estado de bienestar. Tiene poco sentido, a su juicio, que se le pague por igual la enseñanza universitaria al hijo de un obrero y al del presidente de un banco. Quien ha tenido "la fortuna" de cobrar un sueldo alto no puede contar con una pensión de jubilación alta, según el presidente del Grupo Parlamentario Socialista. Algunas personas deben tener acceso gratuito a productos farmacéuticos, pero a medida que el poder adquisitivo sea mayor debe aumentar el pago por el usuario.
Solchaga presentó este esbozo de reorientación del Estado de bienestar durante un debate sobre La socialdemocracia en la economía de los años 90, organizado por las fundaciones Sistema y Jaime Vera, vinculadas al PSOE. Tanto el presidente del Grupo Parlamentario Socialista como el comisario europeo de Cooperación, Manuel Marín, así como el secretario de finanzas del PSOE, Francisco Fernández Marugán, y el eurodiputado socialista Enrique Barón coincidieron en que la actual crisis económica exige cambios de gran calado.Veinticuatro horas después de las movilizaciones sindicales contra la reforma del mercado de trabajo propuesta por el Gobierno, Solchaga señaló con cierta ironía que veía satisfechos a los sindicatos tras haber movilizado, según ellos, a unas 500.000 personas de un total de diez millones de trabajadores. El ex ministro de Economía dejó claro que ni los inversores extranjeros ni los españoles acogerían con optimismo y tranquilidad una huelga general. A su juicio, los sindicatos tienen una actitud de resistencia, instalados en la crítica y carentes de alternativas.
Solchaga relató, apoyado en los últimos informes de la Comisión Europea, que todos los países de la CE afrontan el mismo panorama: aumento del paro, falta de perspectivas de crecimiento y muy bajas expectativas de creación de empleo. El remedio pasa, según él, por reducir el déficit público, bajar los tipos de interés y reformar el mercado de trabajo. "Cuando Europa ha crecido como Japón o EE UU y ha generado, proporcionalmente, menos de la mitad de empleo, es que hay algo en nuestro sistema que dificulta la creación de empleo, y es nuestro sistema de relaciones laborales", precisó.
La reorientación que requiere, según Solchaga, el Estado de bienestar consiste en garantizar la solidaridad "con el que de verdad la precisa, no con el que la necesita menos". No se pueden financiar en igual medida, adujo, las pensiones de trabajadores con sueldos altos y las de los que perciben el salario mínimo.
Deberían establecerse, según Solchaga, "tíckets moderadores de los precios" de los productos farmacéuticos, de modo que resulten gratuitos para ciertas personas, otras tengan que pagar cierta cantidad y quienes tengan mayor poder adquisitivo realicen un desembolso mayor. El mayor exponente del desajuste lo simbolizan, explicó, las tasas universitarias, que pagan por. -igual el hijo de un obrero y el del presidente de un banco.Cómodo en el PSOE
El ex ministro de Economía reconoció que nadie previó el alcance de la crisis durante la elaboración del Tratado de Maastricht, por lo que ahora convendría revisar los plazos de las primesas fases de la unión económica y monetaria. Preguntado por uno de los asistentes, proclamó que es un socialista que se siente muy cómodo en el PSOE.
El secretario de finanzas de este partido, Francisco Femández Marugán, advirtió: "Vamos a ver cambios cualitativos y cuantitativos en el mercado laboral. Vamos hacia unidades de producción pequeñas, con la contratación externa de servicios, con personal polivante y trabajadores autónomos".
"Cualquier cosa antes que perder el empleo"
El 70% de la opinión pública europea prefiere cualquier alternativa antes que perder el empleo. Eso es lo que reflejan los sondeos encargados por la Comisión Europea, según el comisario para la Cooperación, Manuel Marín. Éste advirtió ayer que el paro puede convertirse en un estado permanente, con millones de personas que no consiguen de ningún modo empleo."¿Se puede pagar esto? No, no hay sociedad que lo resista", sentencio.Aun sin pronunciarse sobre la reducciñon de la jornada y salario, aseguró que "en Europa, con tal de no estar en paro, la gente está dispuesta a que se ensaye cualquier alternativa".
Para los europeos lo que resulta irrenunciable, según Marín, son los derechos adquiridos en el terreno de la educación, la salud y la vejez, aunque tendrán que aceptar recortes en las prestaciones.
Enrique Barón, ex presidente del Parlamento Europeo, apunto que en el futuro de la financiación de los servicios de salud, educación y pensiones no podrá correr sólo a cargo de los Presupuestos del Estado y será neceario recurrir a fondos de inversión y de pensiones.
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