El jucio del crimen de Cieza saca a la luz un pacto de silencio sellado con dinero
El pacto de silencio sellado en Cieza con dinero y caballos se ha despedazado. José Yepes Saorín, padre del joven Pedro Antonio, que se autoinculpó de haber matado a tiros a los novilleros Andrés Panduro y Juan Carlos Rumbo y de herir a Lorenzo Franco, declaró ayer que la familia decidió desvelar la verdad del caso y romper el pacto cuando el dueño de la finca, Manuel Costa, se negó a pagarles lo acordado. Costa, al que los Yepes acusan de haber rematado a Lorenzo Franco, negó previamente los hechos y aseguró que sólo querían sacarle dinero.El pacto, repetidamente aludido por los hermanos José Manuel Yepes, de 22 años, y Pedro Antonio, de 18, consistía en que este último se autoinculpara de las tres muertes porque al ser menor de edad -tenía 15 años el día del crimen- no tendría responsabilidad penal. A cambio, la familia Yepes debía recibir del ganadero 20 millones y parte de la cuadra de caballos (40 ejemplares en total) que había en la finca Charco Lentisco de Cieza (Murcia).
En la segunda j ornada del juicio en la Audiencia de Murcia, José Yepes (que declaró como testigo) reconoció que el pacto se mantuvo vivo hasta el 19 de julio de 1991. Visto que el ganadero no pagaba, decidieron "decir la verdad al juez". Esta verdad (negada por Costa el pasado lunes) es que Pedro Antonio Yepes disparó repetidamente contra los novilleros Andrés Panduro y Juan Carlos Rumbo, a los que dio muerte, y hirió a Lorenzo Franco, El Loren.
Los tres jóvenes habían entrado, presuntamente, a hacer la Luna (toreo nocturno) en la finca de reses bravas de Costa, quien tenía contratados como vaqueros a los hermanos Yepes. Cuando Manuel Costa llegó al lugar de los hechos El Loren, ya herido, se había identificado y gritaba que no le dispararan más. Pedro Antonio Yepes, que le conocía previamente, testificó que cesó la balacera pero el ganadero le dijo: "Pedro, tírale Pedro". Ante su negativa, el propio Costa lo remató.
Sangre fría
Ayer, antes de que testificara José Yepes, su hijo Pedro Antonio detalló los hechos de la madrugada del 1 de diciembre de 1990. Sin los tartamudeos del primer día, relató con sangre fría cómo persiguió a los novilleros y abrió fuego repetidamente, recargando la escopeta Frenchi sobre la marcha: "Iba tirando y no caían", llegó a decir. "Eran ellos o yo", porque aunque los novilleros iban desarmados, le habían gritado que si se acercaba le matarían.
El abogado defensor de Costa, José María Stampa Braun, expresó su asombro por la "sangre fría de un muchacho que dice haber hecho eso a los 15 años y... ni una lágrima, ni un síntoma de arrepentimiento". José Muñoz Clares, letrado que ejerce la acusación popular en nombre de la Escuela Taurina de Albacete, anunció que pedirá el procesamiento de José Yepes como inductor de falsos testimonios.
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