Superlópez: "Los directivos somos los mayores enemigos del cambio"

"Europa será un continente de segunda clase, si no cambia de manera de trabajar. Debemos pasar a la tercera revolución industrial como están haciendo los japoneses". Con estas palabras explicó ayer José Ignacio López de Arriortúa, el número dos de Volkswagen, ante 400 empresarios su teoría de que es necesario introducir cambios radicales en la manera de producir de las empresas europeas. Superlópez dijo: "El mayor enemigo del cambio somos los propios directivos. Somos los primeros que tenemos que cambiar y dar protagonismo al que crea valor: al ingeniero, al que trabaja en la cadena o al que está en la oficina de finanzas de la empresa".

El número dos de Volkswagen rechazó hablar de Seat, donde Volkswagen trata de aplicar un duro ajuste laboral, y optó por explicar a los empresarios sus teorías para mejorar la productividad. Superlópez explicó el sistema KVP al cuadrado, que está implantando en Volkswagen y al que definió como "un proceso de mejora continua en la producción". "Creamos grupos de trabajo y analizamos durante cinco días todos los aspectos relacionados con la producción implicando a los que conocen el trabajo. Hacemos una lista de mejoras y logramos ahorros de costes muy importantes", dijo el ejecutivo de Volkswagen.

Para Superlópez, la forma clásica de fijar el precio de un artículo, a partir de calcular los costes y añadir a ellos el beneficio es un error. Esto ya no es así. "Hoy lo primero que hay que saber es cuál es el precio y éste lo fija el mercado y a partir de él tenemos que adaptar toda nuestra estructura de costes y prever el beneficio", añadió.

Para Superlópez, los tres componentes que deciden el coste de la mano de obra son: "la productividad, los salarios y el tiempo efectivo trabajado". El ejecutivo dijo que los salarios a veces no son la principal carga, ya que "existen compañías que tienen salarios más altos que otras, pero su coste de mano de obra es más bajo porque tienen más productividad.