¿Sólo teatro?
La coincidencia en la fecha -30 de septiembre- de un espectáculo teatral interpretado por reclusos en el Ateneo de Madrid con la expresión de mi opinión en el diario EL PAÍS sobre el mismo tema ha hecho que mis sentimientos se endulzaran.Que las mismas inquietudes, los mismos gustos en tan distintas circunstancias a tantos nos juntaran paréceme a mí que es como para dar saltos.
¡Bravo por usted!, don Francisco Delgado Molina, que con tanta sensibilidad y acierto nos ha reseñado el acto. ¡Bravo por esos actores! ¡Bravo por los policías! ¡Bravo por el autor de la obra! ¡Bravo por todos los que hicieron posible -sin olvidar al que puso el último clavo- ese teatro!
¡Ah!, se me olvidaba... Que no empañemos el acto con que no fueron los ministros o con los que no le hicieron caso, porque tristemente sabemos que el reparto de papeles en esta vida casi casi está ya dado; el de guapo y el de feo; el de pobre y el de rico; el de bueno y el de malo: todos ellos tan complicados...
¡Vamos! ¡Vamos! No nos distraigamos. ¡Todos a escena! Que el último timbrazo ha sonado. ¡Silencio! ¡Telón! ¡Comenzamos!.-
