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30.000 personas se disputan este año 650 plazas en el Ayuntamiento de Madrid

El Ayuntamiento de Madrid citó ayer a 400 personas para que señalaran correcta mente una determinada herramienta. Era la prueba que tenían que pasar los aspiran tes a una plaza de oficios diversos. Hace una semana pasaron por un calvario parecido los opositores a los servicios internos de la misma alcaldía, antes lo hicieron los de limpieza y dentro de poco les tocará el turno a los de cometidos especiales. En total, 30.000 personas han solicitado participar en las diferentes oposiciones. El problema es que este Ayuntamiento sólo necesita cubrir 650 plazas.

En la prueba de ayer los opositores entraban en una nave llena de mesas cubiertas de herramientas. El examinador les nombraba tres, ellos las señalaban y el examen había concluido. Las 4.400 personas que se han decidido a participar en él saben que sólo lograrán pasarlo 118 afortunados. Éstos trabajarán como ayudantes de fontaneros, carpinteros, electricistas, peluqueros o albañiles del Ayuntamiento.Las cosas no están mejor para el resto, que intenta o ha intentado conseguir un puesto de trabajo fijo en el Ayuntamiento de Madrid. Hace un mes se celebraron los exámenes para cubrir las plazas de servicios de limpieza y medio ambiente. Se presentaron 6.800 personas; estaban en juego 300 plazas. Hace una semana, 17.000 valientes peleaban por 230 plazas de ordenanzas y mozos. Y dentro de poco, 2.000 opositores más intentarán conseguir una de las plazas de "cometidos especiales", es decir, celadores de educación especial o visitantes médicos. Todavía no está claro cuántas saldrán a concurso, pero todo apunta a que serán alrededor de veinte.

Desánimo

Ninguna de estas plazas es de nueva creación, sino que son las que ahora están ocupadas por los trabajadores interinos. Todas son de categoría E, es decir, las de menor rango dentro de la jerarquía funcionarial, y todas están dotadas con un sueldo aproximado de 125.000 pesetas brutas. Aún tienen otro rasgo en común: a todas han optado licenciados universitarios.Patricio Sánchez, un joven de 22 años en paro, repasaba sus apuntes hecho un manojo de nervios justo antes de que comenzara la prueba de ayer. "Llevo preparándome tres meses, pero lo veo muy difícil. Luego me presentaré a las de cometidos especiales", decía. Son muchísimos los que intentan probar fortuna en más de una oposición, como María Jesús Sanz, una trabajadora interina del Ayuntamiento, que también hacía cola para entrar en las de ayer y se ha presentado ya a las de limpieza y a las de servicios internos. "Vengo por venir", comentó.

Rosa María Sancho había solicitado una plaza de ayudante de cocina, otra de las opciones que engloban los oficios diversos. Estaba indignada cuando salió del examen: "Para freír un huevo no hace falta saber qué es una escuadra. Yo esperaba ver cebollas y tomates", decía indignada, y seguía protestando: "SI tienen las plazas adjudicadas, que no nos tomen el pelo haciéndonos venir para hacer el paripé". Y su acompañante, acto seguido, tomó la decisión de no presentarse a la prueba, con lo que perderá las 500 pesetas que deben abonar los examinandos.

El desánimo ayer era unánime, por las pocas probabilidades de conseguir una plaza y por el desconcierto que había generado la prueba. Después vendrá el ejercicio teórico y para terminar pasarán un examen médico. M. S., de 28 años, refunfuñaba a la salida: "Me han pedido que les señalara una guía del Código Postal y delante de mí había un libro que ponía Guía del Código Postal. ¿Tú lo entiendes?".

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