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La elección del candidato de la derecha abre la carrera a la presidencia de México

La elección el domingo de Diego Fernández de Cevallos como candidato presidencial del Partido de Acción Nacional (PAN) sitúa a México ya en el arranque de la campaña electoral de agosto de 1994. Con Cuauhtémoc Cárdenas, como candidato ya en campaña por el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), y Cevallos, ahora por la derecha, el país espera con cierta inquietud el destape del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), que se prevé inminente.La aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC) por el Congreso norteamericano ha despejado el horizonte político de México. Al no haber contencioso que impida la viabilidad de este acuerdo trilateral, que entrará en vigor el 1 de enero próximo, la clase política mexicana comienza a prepararse para el término del sexenio, con el relevo presidencial.

Sólo queda por saber en estos momentos el nombre del candidato del Partido Revolucionario lnstitucional (PRI), un secreto siempre bien guardado por el presidente Carlos Salinas de Gortari.

Los medios políticos próximos al Gobierno barajan dos posibilidades: el candidato del PRI puede ser anunciado antes del (lía 12 de diciembre, fecha en que Salinas viaja a Japón, o después de las vacaciones de Navidad, ya en enero. Con ello se pretende demostrar la fortaleza de Salinas de Gortari, se asegura en otros medios.

Hasta ahora los nombres que suenan por el PRI son de sobras conocidos, aunque no se descarta la posibilidad de un caballo negro, que es como en México se interpretaría a alguien no previsto. El periódico La Jornada, de gran influencia política, cita seis presidenciables. Además de Luis Donaldo Colosio, secretario de Desarrollo Social, y Manuel Camacho, alcalde de Ciudad de México, que en los últimos meses partían como favoritos, este periódico extiende las posibilidades a Pedro Aspe, secretario de Hacienda; Ernesto Zedillo, secretario de Educación; Patrocinio González, secretario de Gobernación; y Emilio Gamboa, secretario de Comunicaciones.

Mientras comienza la espera del destape, los otros dos grandes contendientes del PRI para las próximas, elecciones, comienzan a organizarse. Cárdenas, que repite como candidato por la izquierda, dijo el sábado que sólo se medirá en un debate televisivo con el candidato priísta o con el presidente Salinas, a quien cinco años después aún le acusa de haberle robado las elecciones. Fernández de Cevallos, abogado e hijo de uno de los fundadores del PAN, se manifestó en la convención que le eligió el domingo como el hombre que va a acabar con "el binomio corrompido y corruptor", en alusión al Gobierno y al PRI, "que prevalece en México desde hace 64 años".

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