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LA SELECCIÓN ESPAÑOLA, A ESTADOS UNIDOS

Noche de héroes en Sevilla

"Zubizarreta será el mejor portero del Mundial", afirma Javier Clemente

Noche dulce en Sevilla, noche de héroes, la noche del pueblo y sus ídolos, noche para los libros. De las lágrimas a las lágrimas: de miedo al principio y de éxtasis al final 15.000 arrebatados en la madrugada de la plaza de San Francisco dando fe de lo sucedido, narrando la gesta con sus saltos y sus gritos y sus abrazos y sus besos y sus cantos. Los ídolos en el césped, tirándose al suelo, revolcándose en su propio triunfo, saciando sus ganas de gloria con la grada en pie, enamorada como sólo Sevilla sabe.Y con ellos, Zubizarreta, con los ojos húmedos de tanto llorar, de tanto agradecimiento. Abrazado a Cañizares, a Nadal, a todos, el guardameta del Barcelona resumió en su piel lo vivido en el Sánchez Pizjuán. Todos le buscaron para dedicarle el triunfo, para resucitarlo. "Les debo todo, todo, les debo todo", repitió entre sollozos. El fútbol en su estado más puro: el ambiente bélico, un condenado (Zubi), un salvador (Hierro), un héroe (Cañizares), un herido (Goicoechea), un vencedor (España) y un derrotado (Dinamarca). Y Clemente dando explicaciones. "Andoni será el mejor portero del Mundial", fue su sentencia para el futuro.

"Me ha botado un poco mal y he visto solo a Nadal. He querido darle el balón pero me he equivocado". Fue la explicación dada por el autor del hecho que marcó el partido. "Cuando todo va bien todo el mundo te dice lo bueno que eres, pero cuando las cosas van mal es cuando ves quién es el verdadero amigo". Amigos tuvo ayer muchos: el público y sus compañeros. "Estos 15 días no han sido precisamente los que uno sueña, pero te enseñan, y yo, con 32 años, sigo aprendiendo". Zubi aprendió ayer a masticar la impotencia en la primera parte, solo en el vestuario ("los gritos del público me permitían saber que el partido iba bien"), y a sufrir en la segunda, frente al televisor del palco. "Tenía una sensación de frío en el estómago. Quería que alguien me hiciera desaparecer. Ahora no, ahora quiero gozar de este momento, disfrutarlo con los que me lo han dado todo, mis compañeros, y en especial con Cañizares. Ha demostrado ser un portero soberbio".

Dedicatorias

Clemente tuvo otra lectura de lo sucedido. "Zubi no merecía la expulsión, porque ni ha tocado al delantero". El seleccionador vio dos partes. Una, la primera, de extravío, y otra, la segunda, muy definida. "Con la expulsión hemos perdido el control, pero tras el descanso hemos marcado más las zonas y hemos buscado la acción a balón parado, porque era difícil ganar de otra manera".Su dedicatoria fue clara y concisa: "Dedico el triunfo a Sevilla, a todos los que nos han apoyado y a todos los jugadores que hoy no están aquí pero que ayudaron en su momento. Si no hubiésemos jugado en Sevilla no habríamos ganado". Sus hombres fueron "unos jugadores grandísimos". Cañizares, ninguna novedad: "Sabía de lo que era capaz y ha respondido". Los últimos cuatro minutos, "los peores que recuerdo". Zubizarreta, "un portero sensacional". Julio Salinas, "un monstruo": "Julito ha dejado a los centrales a punto de caramelo y luego ha salido el artista [Kiko] y ha mostrado su sombrero torero a toda la afición". Y en el pelotón de los tristes, un seleccionador caballero, Richard Moller Nielssen: "Deseo a España lo mejor en EE UU".

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