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Anasagasti aclara que, a pesar de sus críticas, el PNV "no se echará al monte"

El PNV rebajó ayer notablemente el tono de su enfrentamiento dialéctico con el PSOE y con Convergència i Unió (CiU) en una conferencia de prensa celebrada en San Sebastián en la que ofreció señales características de partido en la oposición. Iñaki Anasagasti, portavoz en el Congreso, rectificó incluso el término desestabilizador, que él mismo empleó la víspera cuando dijo que los cinco diputados del PNV poseen "una, gran capacidad desestabilizadora no solamente en el Congreso, sino también en los posibles pactos en Euskadi". "No somos gente que vaya a echarse al monte", aclaró.

Por si existía alguna duda, el portavoz nacionalista descartó expresamente una hipotética ruptura del Gobierno vasco de coalición que mantienen con los socialistas y aseguró que el lehendakari, José Antonio Ardanza, agotará la legislatura autonómica. "No tenemos vocación de estar en la oposición, creemos que todavía hay posibilidades de encauzar las cosas", señaló.Durante la conferencia de prensa, ninguno de los cuatro diputados nacionalistas presentes reiteró sus recientes invocaciones al frente abertzale y su caracterización de CiU como "el brazo armado del PSOE". Lejos de la retórica altisonante de estos días, los parlamentarios del PNV recurrieron a cuestiones de menor peso para reprochar a CiU su "escasa sensibilidad autonómica" por haber rechazado una enmienda dirigida a introducir en los Presupuestos Generales del Estado una partida de 50 millones destinada a facilitar a los funcionarios de la Administración central el aprendizaje de las lenguas vernáculas.

Iñaki Anasagasti confirmó que su partido ha presentado enmiendas de Unió que Convergéncia no ha querido tramitar. "Sí, nosotros hemos hecho de canguros en este caso, y desde luego es un hecho anómalo porque, además, es posible que Convergéncia rechace en el Congreso las posiciones de sus socios" indicó el portavoz parlamentario del PNV.

En relación al PSOE, los parlamentarios nacionalistas incidieron en el rechazo socialista a las enmiendas contrarias a la reducción de la prestación social del desempleo y a aquellas que pretendían rebajar la presión fiscal. Concluyeron que esta actitud socialista, indicativa, a su juicio, de una nula sensibilidad social, resulta "impropia de un partido que presume de ser de izquierdas". Anasagasti abundó en sus críticas a la táctica socialista de recabar apoyo parlamentario de los distintos grupos de la Cámara en función de la oportunidad del momento.

"Esta legislatura va a ser la del infarto semanal", afirmó, para indicar más adelante que la situación económica requiere solidez y alternativas firmes y no pactos de ocasión. "Una ley como la de los presupuestos no se puede", dijo, "aprobar con un solo voto de diferencia". Negó que el PNV se encuentre descolocado desde su negativa a asumir la cartera de Industria, ofrecida en su día por los socialistas. "No se puede jugar con nosotros, somos un partido serio que cumple lo que pacta."El Estatuto vasco es una ley que hay que cumplir, y no nos parece serio", indicó Anasagasti, "ese juego de que, si hoy nos apoyas, mañana te daremos algunas cosas.

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