Al matadero para ser ordenanza
El Ayuntamiento de Madrid convoca a 17.000 personas para repartir 230 plazas
RITAMA MUÑOZ-ROJAS, Llegan al matadero, cruzan una puerta que pone "establo de terneras" y salen al cabo de 15 minutos. Pero no son reses, sino los 17.000 opositores que se presentan a las pruebas para conseguir una de las 230 plazas de servicios internos convocadas por el Ayuntamiento de Madrid. Hasta el próximo jueves, el antiguo matadero municipal de la capital será la sede de estas oposiciones y un reflejo más de la lucha por un puesto de trabajo en esta época de paro. Ningún responsable de este municipio recuerda unas oposiciones tan masivas. Entre los aspirantes hay ingenieros y licenciados, según contaba ayer Antonio Moreno, el concejal de personal del Ayuntamiento de Madrid. Este concejal reconocía estar sorprendido por la cantidad de gente de todo tipo que ha decidido, intentar conseguir una de estas plazas, "pero tiene una explicación, la crisis", decía. Y otros datos del concejal: muchísimas más mujeres que hombres y no todos los solicitantes se presentan al examen. Ayer había muchos nervios y pocas esperanzas entre los aspirantes que, en grupos de 500 personas, acudían a la primera de las pruebas, el ejercicio práctico. Una vez superadas todas, los afortunados obtendrán un sueldo de 125.000 pesetas como ordenanzas y mozos del Ayuntamiento de Madrid. José Antonio Perella, un trabajador de la Citröen de 24 años, es la segunda vez que se presenta a unas oposiciones. Antes fue para los servicios de limpieza, también del Ayuntamiento, y no logró superarlas. "Llevo varios meses preparándome, pero vengo sin ninguna esperanza. Demasiada gente". Muchos de los que se presentan son trabajadores interinos de esta alcaldía y, sí no logran aprobar la oposición, perderán su puesto, ya que las 230 plazas que están en juego son las que ocupan, de momento, los eventuales. Sin embargo, tienen las mismas posibilidades que los demás. Los requisitos que se han exigido a los opositores son tener entre 18 y 55 años y estudios primarios. Los hay que ya desconfían de la transparencia en la adjudicación de las plazas. Es el caso de un hombre de 45 años que lleva cinco trabajando como operario en el Ayuntamiento y prefiere no dar su nombre. "No me ha quedado más remedio que prepararme a fondo, pero no tengo la más mínima esperanza de conseguir la plaza y muchas dudas de que se repartan bien", dice.
Y si antes del examen había pocas esperanzas y nervios, después había risas e indignación. La culpable fue la segunda y última de las preguntas que tenían que contestar: "Especifique qué persona depende del encargado general primero del servicio de asistencia interna y ceremonial". Muchos tiraron el bolígrafo a la mesa y otros hicieron una mueca en cuanto la oyeron. "No he conseguido dar con nadie que haya contestado bien a esa preguntita", protestaba una joven de 22 años. "Ha sido absurdo, una tomadura de pelo", añadía su compañera. Y, realmente, no aparecía nadie que dijera saber la respuesta a semejante cuestión. A todos les esperan varios meses de incertidumbre hasta saber los resultados y hasta el próximo verano, por lo menos, nadie estrenará su puesto de trabajo fijo en el Ayuntamiento.
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