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España equipara sus relaciones con Israel al nivel de sus socios europeos

Con la visita de los Reyes y la firma de seis acuerdos bilaterales de cooperación, España ha equiparado sus relaciones con Israel al nivel de las que mantiene con sus socios comunitarios como Francia o Alemania, en opinión de fuentes diplomáticas de ambas partes. Don Juan Carlos concluyó ayer, a primera hora de la tarde, su primer viaje al Estado israelí con sendas exhortaciones a los empresarios israelíes y a los judíos sefardíes a trabajar por la paz. El avión real aterrizó en Madrid poco antes de las diez de la noche de ayer.

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Iniciada en enero de 1986 con el establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países, la normalización de los lazos entre España e Israel ha quedado rematada por una visita de los Reyes que, sin embargo, la parte israelí hubiese deseado poder acoger antes, en 1992.Los españoles no quisieron hacer coincidir la estancia del Monarca en Israel con el 5000 aniversario de la expulsión de los judíos de España -sí invitaron en esas mismas fechas a Madrid al entonces presidente israelí, Haim Herzog- y también evitaron que don Juan Carlos realizara la visita al Estado de Israel en febrero, justo después de la deportación al sur de Líbano de 400 palestinos.

El ambiente cordial con el que concluyó la visita real, quedó puesto ayer de manifiesto cuando en la ceremonia de despedida del presidente, Ezer Weizman, don Juan Carlos siguió el ejemplo de su anfitrión y dejó de lado el breve discurso que tenía escrito para improvisar unas palabras de agradecimiento. "Ahora le puedo llamar amigo", le dijo Weizman al Rey.

Como en sus anteriores discursos el Rey vovió a actuar como peregrino de la paz, exhortando a sus oyentes -ayer les tocó el turno a empresarios españoles e israelíes y a representantes de la comunidad sefardí- a consolidar el proceso de paz puesto en marcha por el acuerdo de Washington, firmado en septiembre pasado por el primer ministro israelí, Isaac Rabin, y el líder de la Organización para laLiberación de Palestina, Yasir Arafat.

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"Sin su movilización, difícilmente se podrá atender satisfactoriamente a los retos del presente y a los desafíos de futuro de toda la región", les dijo el Monarca a los empresarios de ambos países. A los representantes de la comunidad sefardí les animó en la Embajada de España en Tel Aviv a contribuir a la paz en términos parecidos, aunque don Juan Carlos hizo sobre todo hincapié en la emoción que le produce departir con los "depositarios de la cultura judeo-española".

Los hombres de negocios habían acudido a un desayuno con el Rey al término de dos días de reuniones con sus homólogos israelíes. El presidente de la Conferención Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), José María Cuevas, y su equivalente israelí, Dan Proper, firmaron ante el Monarca un memorándum según el cual los españoles se comprometen a hacerse eco ante la asociación que reagrupa a los patronos europeos de la preocupación de sus interlocutores israelíes sobre el acuerdo de libre comercio entre la Comunidad Europea (CE) e Israel sobre el boicoteo comercial árabe contra el Estado israelí.

Mija Harish, ministro de Industria y Comercio, reconoció en un discurso que algunas de las reivindicaciones agrícolas, de su país ante la CE "plantean problemas a la parte española".

El nuevo acuerdo entre la Comunidad Europea e Israel, que amplía el libre comercio para los servicios y prevé determinadas concesiones agrícolas, debería negociarse a lo largo, del primer semestre de 1994.

Aunque la comitiva real no adquirió tanto retraso sobre el horario previsto como en días anteriores, tampoco fue un modelo de puntualidad. Esta vez fue por causas de fuerza mayor. María Jesús Lasso de Vega, esposa del embajador de España en Israel, sufrió un infarto dos horas antes de que se iniciase en su residencia una recepción de los Reyes a 700 españoles y sefardíes. En la cena que ofreció el lunes Weizman a la pareja real la ministra israelí de Comunicación, Shulamit Aloni, padeció también un ataque al corazón.

Los Reyes llegaron anoche a Madrid, donde fueron recibidos por el presidente del Gobierno, Felipe González, una vez terminada su visita a Israel.

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