"La batalla de hoy en Milán será decisiva"

Víctor Cordero, de 47 años, es el gerente de una peculiar patronal, la que agrupa a los directores de los equipos ciclistas españoles. No es una asociación de empresarios en sentido estricto -los patrocinadores no suelen participar en el día a día de los conjuntos- pero representa el poder real de decisión de una parte, casi siempre en desacuerdo con el colectivo de organizadores. Desde hace tiempo Cordero es el cerebro de una guerra para conseguir que el potencial de influencia del ciclismo español se corresponda con lo que representa deportivamente Italia, el mejor del mundo. Una guerra cuyas presas más deseadas ahora son la obligatoriedad de la Copa del Mundo para los mejores equipos y el cambio de fechas de la Vuelta para 1995. Hoy, en Milán, donde se reúne la asociación internacional de equipos, puede darse la escaramuza crucial de esa toma de la Bastilla ciclista. Y, aunque no lo quiera contar -"para no dar pistas al enemigo"-, Cordero, que empezó en este mundillo en 1980 como gerente del Fosforera Vereco de Javier Mínguez, tiene un plan.Pregunta. ¿Se siente optimista ante la reunión de Milán?

Respuesta. No, más bien pesimista. El ciclismo mundial puede salir dividido. Puede abrirse una herida que sea difícil de cerrar.

P. Se ha filtrado que el italiano Reverberi saldría como presidente de la asociación intemacional y que usted sería su vicepresidente. ¿Eso no sería una toma de poder con todas las consecuencias?

R. Sí, podemos tener la mayoría entre españoles e italianos, pero eso no significaría tener el poder. La división podría ser tremenda. Ahora nos apoyan 15 de los 27 equipos de la asociación, con lo que tendríamos 12 en contra [el frente francoholandés], y, entre esos 12 hay equipos potentes en el ránking de la UCI. Lo único que conseguiríamos sería estar, por lo menos, informados de las decisiones que nos atañen; ahora no tenemos ni eso. Si lográramos en la reunión de Milán a otros cinco, sí que seríamos una mayoría cualificada; pero para ello tenemos que ir muy despacio y planteando razonamientos asumibles.

P. ¿Por qué esa división? ¿No tienen todos los equipos los mismos problemas?

R. No. El ciclismo francés y el holandés pasan por una crisis deportiva, pero sus dirigentes son la base de la UCI". Y ésta quiere estructurar el ciclismo según esos intereses y los de sus organizadores de carreras.

P. ¿Sólo se oponen al cambio de fechas los equipos españoles?

R. No. Los italianos comparten nuestros argumentos y añaden alguno más, como que eso forzaría a retrasar el Mundial hasta el mes de octubre. Y esta batalla, la del Mundial, la podemos ganar, porque también preocupa a otros países. El presidente de la UCI, Hein Verbruggen, concedió retrasar el Mundial como condición para que Unipublic atrasara la Vuelta. Si el Mundial siguiera celebrándose el último domingo de agosto, ¿qué le quedaría a Unipublic?

P. ¿Por qué esa oposición a la obligatoriedad de la Copa del Mundo?

R. Entre otras cosas porque es un negocio para la UCI en el que queremos que también participen los equipos.