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VISITA HISTÓRICA DE LOS REYES A ISRAEL

El Rey insta a Israel a intercambiar pronto con los palestinos territorios por paz

El presidente israelí pide a España que ayude a levantar el boicoteo árabe a su país

Paz a cambio de territorios y seguridad. Éste es, en síntesis, el mensaje que don Juan Carlos transmitió ayer a sus anfitriones israelíes. La seguridad no es sólo militar, sino que consiste en crear en la región un entramado de intereses económicos, y cuanto más insertado esté el Estado de Israel en su región geográfica, más le ayudará España a estrechar lazos con la CE. Los primeros discursos del Monarca español estuvieron salpicados de referencias sentimentales a los sefardíes, e incluso leyó unos versos en ladino, el español hablado por los judíos en el siglo XV.

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Un Ejército que carece de uniforme de gala rindió ayer los honores a la pareja real en el Jardín de las Rosas, y un ex general de la Fuerza Aérea que desde hace mucho tiempo ha colgado el uniforme, Ezer Weizman, presidente de Israel, dio la bienvenida al primer jefe de Estado español que pisa su país. Después, los Reyes visitaron el Museo del Holocauto, donde don Juan Carlos no dudó en ponerse la kipa (especie de solideo con el que los hombres se cubren la cabeza en los templos judios) allí donde Felipe González, en octubre de 1991, se puso una gorra de marinero que se trajo de Madrid.Don Juan Carlos empezó su discurso en la cena que le ofreció Weizman recordando que España había tenido razón al propugnar un diálogo directo entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) . "La claridad y la sinceridad de la postura de España en el conflicto árabe-israelí ha servido para que los países interesados en él pudieran seguir otorgándonos crédito", afirmó. "Comprenderán ustedes mi emoción al comprobar hoy que, en gran parte, esas palabras han sido escuchadas".

A continuación, el Monarca dio la visión que la diplomacia española tiene del proceso de paz en Oriente Próximo. Recordó la formula "paz por territorios" prevista por las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de la ONU, que exigen la retirada israelí de los territorios ocupados a cambio de su derecho a fronteras seguras.

"La seguridad", prosiguió don Juan Carlos añadiendo un ingrediente a la famosa fórmula, "es mucho más que un horizonte militar". "Debe garantizar un justo reparto de las riquezas y promover la utilización compartida de los recursos naturales e hídricos, con vistas a la instauración de una comunidad de intereses en Oriente Medio". Instó así a israelíes y árabes a crear una especie de Mercado Común como el que Francia y Alemania pusieron en pie en los años cincuenta para que su entramado de mutuos intereses les impida volver a hacerse la guerra.

De la voluntad de Israel a insertarse económicamente en la región geográfica a la que pertenece dependerá en parte, dio a entender el Rey, el apoyo que España le brindará en su acercamiento a la CE, con la que el Estado de Israel negocia actualmente un nuevo acuerdo de libre cambio. El primer ministro israelí, Isaac Rabin, ha criticado estos días la lentitud y falta de generosidad de la Comunidad con su país, pero el Rey ayer le llevó la contraria y ensalzó su labor de España y de sus socios para apoyar el proceso de paz.

Weizman hizo un discurso más tradicional, rememorando la historia del pueblo judío, cuya vivencia en España "tuvo luces y también sombras'', como la Inquisición, las persecuciones y su expulsión. Comparó veladamente esas "sombras" con el exterminio de seis millones de judíos durante la II Guerra Mundial. "Desgraciadamente", dijo, "aún habría de registrarse en la historia de nuestro pueblo un capítulo más terrible y espantoso que todos los anteriores... Me refiero al holocausto ( ... )". En su respuesta, el Rey recordó las iniciativas de España para "paliar el sufrimiento judío" acogiendo a miles de sefardíes.

Describió después a España como un "líder en la CE" y, en consecuencia, le solicitó que anime a sus socios y a sus amigos árabes a lograr "la abolición del boicoteo árabe contra Israel". Puso a Francia como ejemplo por promulgar leyes contra el boicoteo. "Es ya hora de que ese boicoteo sea borrado del vocabulario internacional". El boicoteo decretado por la Liga Árabe, que se resquebra por momentos, no sólo consiste en prohibir la compra de productos israelíes, sino en dejar de hacer negocios con las empresas que se relacionan con Israel.

Los discursos del Monarca estuvieron plagados de referencias a los sefardíes. "Al pisar la tierra de Israel comprendo la emoción de los sefardíes que cantaron su nostalgia por la tierra prometida en versos escritos en lengua sefardí". A renglón seguido leyó unos de ellos de un poeta al que no identificó: "Mucho vos estimo, / mi tierra querida, / y yo del Dio demando / demanda cumplida: / que no nos quites della / ni en muerte ni en vida.

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