Problemas internos de Argentina ante su partido con Australia

La selección argentina de fútbol, que hoy se enfrenta a la australiana en Sidney (10. 30 horas; Antena 3, en diferido), se juega en dos partidos, el de ida y el de vuelta, no sólo su clasificación para la Copa del Mundo de Estados Unidos 94, sino también el futuro inmediato del fútbol del país. Este equipo, que viene salvando la imagen desde que apareció Maradona y que incluso soportó su ausencia durante tres años, parece también alcanzado por el deterioro. Bastó un par de derrotas frente al colombiano, la segunda por 0-5 en Buenos Aires, para que Argentina quedara desnuda de historia y convicciones. A su vez, el conjunto australiano sueña con devolver la visita "con el viento a favor".Entre el grupo de jugadores la crisis no es menor. El ex capitán y ex madridista Óscar Ruggeri criticó duramente a Maradona por los comentarios que, a su vez, el ídolo había hecho del conjunto cuando lo vio desde la tribuna. Ruggeri no está en Australia porque cumple una suspensión, pero debería ser convocado para el segundo lance, el de Buenos Aires. Otro conflicto superado sólo por ahora es el que Maradona tenía con Redondo, el cerebro del Tenerife. Ambos se cruzaron declaraciones. Maradona acusó a Redondo porque éste dudaba sobre si dejar o no dejar al club canario para acudir a la convocatoria de Alfio Basile. Ambos han mantenido en Sidney una reunión privada que duró al menos una hora y a propósito de la cual ninguno ha querido hacer comentarios.

Basile admite que Maradona tiene privilegios dentro del grupo: el de entrenarse según su criterio, el de concentrarse junto a, su familia y el de decidir qué hacer en sus ratos libres al margen de lo que resuelvan los demás. Pero matiza que eso se debe a las particulares presiones de la prensa y del público que Maradona sufre allí donde viaja para jugar. Son las clásicas tribulaciones de todo astro.

A ojos vista, lo innegable es que la plantilla parece siempre partida en dos mitades. Por un lado, se ve a la mayoría de los jugadores. Por otro, a Maradona, los suyos y sus amigos. Las declaraciones de circunstancias y las caras preocupadas dejan en suspenso el futuro de la relación.

Mientras tanto, de acuerdo con las informaciones de las agencias, Eddie Thomson y sus jugadores están casi convencidos de que terminarán imponiéndose. Algunos de ellos actúan en equipos europeos y, por tanto, están acostumbrados a cualquier tipo de presión. Se trata del portero Bosnich (Aston Villa, inglés), los centrocampistas Van Blerk (Go Ahead, holandés) Slater (Lens, francés) y Zelic (Borussia de Dortmund, alemán) y los delanteros Aurelio Vidmar (Waregem, belga) y Arnold (Lieja, belga).