La noche de las calaveras mexicanas
Los muertos no se quedan sin cenar. Pollo con mole, mangos, corteza de cerdo con salsa picona, tequila, pan de muerto en forma de calavera, cerveza, esqueletos de caramelo, melones y aguacates desbordaban el altar a los muertos que la Asociación de Estudiantes Mexicanos montó ayer en la parroquia de Santa Rita, para celebrar su Día de Difuntos, informa Carolina Díaz. "Nuestros muertos vienen desde muy lejos a reunirse con nosotros en estas fechas. Les ofrecemos estos manjares para que calmen el hambre y la sed", explica Alberto Hernández. Junto a la imagen de la Virgen de Guadalupe los estudiantes colgaron estampitas religiosas de todos los colores, aunque en las casas mexicanas cuelgan fotos y recuerdos del difunto. "Tenemos una visión muy destremenda de la muerte. Los mexicanos la miramos a la cara y bailamos con ella si hace falta", comentaba ayer uno de los organizadores. Los cerca de 200 asistentes bailaron rancheras a destajo y algunos tararearon la canción: "¿En qué quedamos pelona, me llevas o no me llevas?
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