Un escalofrío sacude al 'pequeño Satán'
La noticia del asesinato en El Cairo del jurista marsellés Fernand Boulan llegó ayer a París cuando el Gobierno francés seguía estudiando la repatriación de sus 25.000 compatriotas residentes en Argelia, y cuando muchos de ellos, sobre todo mujeres y niños, ya habían emprendido el regreso por cuenta propia. Un escalofrío recorrió el hexágono francés.Para el fallecido imam Jomeini, Francia era "un pequeño, Satán", tan sólo superado en maldad por Estados Unidos e Israel. Inspirados por Jomeini, los integristas shiíes libraron durante los años 80 una guerra sin cuartel contra el Estado francés y sus habitantes. Hubo atentados en París; un conductor suicida destruyó el cuartel de los paracaidistas enviados a Beirut por François Mitterrand, y una decena de diplomáticos y periodistas franceses pasaron años secuestrados en las cavernas del Hezbolá (Partido de Dios) libanés.
Los franceses parecen haberse convertido en objetivos predilectos de las sucursales egipcia y argelina de Hezbolá. El pasado fin de semana, tres empleados del consulado francés fueron secuestrados en Argel. Un mes antes, dos geólogos de la misma nacionalidad fueron asesinados cerca de Sidi Bel Abbés. Fueron actos deliberados contra el país extranjero que, por su condición de antigua potencia colonial, más odian los activistas de los grupúsculos armados en que se ha descompuesto el Frente Islámico de Salvación (FIS).
Boulan, el francés asesinado junto con dos norteamericanos en el cairota hotel Semiramis, no era un desconocido en Francia. Ex decano de la Facultad de Derecho de Aix-Marsella, este marsellés de 54 años de edad se encontraba en El Cairo participando en un congreso internacional sobre derecho penal. Era autor de numerosas obras jurídicas sobre esta materia y uno de los mejores juristas de Francia.
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