Rotas las negociaciones del pacto social en Bélgica
No habrá pacto social en Bélgica, después del fracaso de las últimas negociaciones entre el gobierno de centro-izquierda que preside el demócrata cristiano Jean-Luc Dehaene y los agentes sociales. El sindicato socialista francófono FGTB (Federación General del Trabajo de Bélgica) se ha negado a aceptar las propuestas de congelación salarial para 1994, abriendo además una crisis de consecuencias imprevisibles, que puede extenderse al propio gobierno de coalición entre socialistas y socialcristianos.El pacto social que proponía el Gobierno se basaba en una propuesta preparada por un grupo de expertos, bajo la presidencia del gobernador del banco central, Fons Verplaetse. Se trataba de congelar los salarios hasta 1996, reformar el sistema de cotizaciones a la Seguridad Social, disminuir los costes del trabajo y flexibilizar el mercado de trabajo. Sus objetivos eran ahorrar 110.000 millones de francos belgas (400.000 millones de pesetas), equivalentes al déficit de la Seguridad Social estimado hasta 1996, frenar el aumento del desempleo y recuperar la competitividad de las empresas belgas.
Jean-Luc Dehaene aseguró el domingo que su gobierno impondrá igualmente el plan de Verplaetse aunque no exista consenso entre los agentes sociales. El sindicato responsable de la ruptura del pacto está integrado en el Partido Socialista francófono, por lo que la crisis puede extenderse al gobierno de coalición.
Los dos partidos liberales, el flamenco VLD que encabeza Guy Verhofstadt y el francófono PRL de Jean Gol han aprovechado la circunstancia para propugnar medidas mucho más radicales.
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