Bonsais
El presidente González ante las cámaras de TVE, y esta vez, se dice, no le van a entrevistar periodistas afines o excesivamente respetuosos, sino dos correosos karatekas, chico y chica, y un mediador tan equilibrado y relajante como Martínez Soler. Y van a por el presidente preguntándole intimidades de la política y de la amistad, incluso Cernuda se atreve a plantearle si no está demasiado tiempo en la Moncloa, ajeno a lo que pasa en la calle, es decir, "...a los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa". La periodista insta a González a que salga de la Moncloa y busca con la imaginación algo que pueda hacer el presidente una vez fuera de su mundo de bonsais vegetales e ideológicos. Busca que buscarás, Pilar Cernuda de pronto encuentra y, ¿qué encuentra? ¿Qué puede hacer el presidente, liberado de la Moncloa, para recuperar la realidad?Pues irse a Cataluña a ver qué pasa con eso del trato desigual del castellano en relación con el catalán... Al parecer, últimamente en Madrid se vive encerrados con un solo juguete. Incluso antiguos maoístas releen a Giménez Caballero y se afilan el mosquetón y lo que les cuelga para volver a liberar a Cataluña como ya hiciera en el pasado don Santiago Bernabéu, aquel delicioso intelectual orgánico del españolismo que no se fiaba de los bajitos, con la excepción de Franco, porque... "...levantan polvo del suelo cuando se pegan pedos".
González ha de salir más de su bosque de bonsais del socialismo y los nacional-lingüistas tienen que salir más de su bosque de bonsais imperiales. Y aunque sólo fuera por cambiar ya de rollo... Además, los del PP catalán han dicho que no hay problema língüístico en Cataluña... Y Aznar, en Barcelona, dijo que tal vez, no le consta, lo hubiera en tiempos de Franco... ¡Es tan joven este muchacho! Tan bonsai.
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