Tres monjas mueren carbonizadas al estrellarse contra un autobús en una calle de Valencia
Tres monjas, ocupantes de una furgoneta, fallecieron ayer al estrellarse contra un autobús en la calle del Cardenal Benlloch, una de las grandes avenidas de Valencia. El vehículo de las religiosas, que circulaba a gran velocidad, ardió por completo a causa del fuerte impacto. Minutos antes, el coche conducido por Vicenta Torres Martínez, de 66 años, había colisionado con otro turismo, pero abandonó el lugar sin detenerse. Las fallecidas pertenecían a la congregación de las cooperadoras de Betania y vivían en un convento situado en la vecina localidad de Quart de Poblet.
El conductor del autobús de línea y varias personas de los comercios cercanos acudieron en ayuda de las tres mujeres y consiguieron apagar las llamas con extintores, pero cuando intentaban rescatarlas de entre el amasijo de hierros, una segunda explosión reavivó el fuego.Los bomberos, que llegaron minutos después, rescataron con vida a la superiora; Vicenta Torres, que falleció en el hosp¡tal Clínico, y a Josefina Mora Grau, de 68 años, que ingresó cadáver. El cuerpo de la tercera ocupante, Rita Nieves Moreno, de 53 años, quedó calcinado. Los viajeros del autobús de línea no sufrieron daños.
El accidente se produjo alrededor de las 12.30 en el cruce de las calles del Cardenal Benlloch y de la Ciudad de Mula, en Valencia. La furgoneta que conducía Vicenta Torres se estrelló contra la parte trasera de un autobús que abandonaba en ese momento una parada, y se incendió inmediatamente. "Salí enseguida con el extintor, las, mujeres estaban ardiendo, y un señor llegó con una barra de hierro para abrir el coche, pero no pudimos sacarlas", relató el conductor del autobús.
Según la Policía Local, el vehículo de las monjas había colisionado con otro coche, un Alfa Romeo, a unos centenares de metros del lugar del accidente, pero abandonó el lugar sin detenerse. El ocupante del Alfa Romeo fue recogido por otro conductor y ambos persiguieron a la furgoneta.
Fuentes de la policía afirmaron ayer que es poco probable que las religiosas intentaran huir tras el primer choque. "Es posible que a una de ellas le diera un ataque y que, por los nervios, la superiora condujera con prisa, lo que habría motivado el primer accidente. Después, quizás por la urgencia, enfiló hacia la casa de la Salud por Cardenal Benlloch". Un portavoz del Arzobispado de Valencia confirmó ayer que Rita Nieves Moreno, que murió en el acto, se recuperaba de una operación en la que se le había puesto un marcapasos.
Persecución policial
Las calles de la capital valenciana fueron también escenario de otro espectacular suceso en la mañana de ayer. Un vigilante jurado resultó herido de bala en una pierna cuando perseguía a un hombre que minutos antes había atracado la oficina principal del Banco Español de Crédito (Banesto) en la calle del Pintor Sorolla.
Agentes de la Policía Local continuaron la persecución del atracador, al que apresaron poco después en la plaza de Alfons el Magnánim, próxima al lugar del suceso. El detenido, Ángel S. S., de 38 años, portaba, además del arma del vigilante, un revólver, una pistola automática y la bolsa con el dinero robado en el establecimiento bancario, alrededor de un millón y medio de pesetas.
El detenido entró en la oficina de Banesto hacia las 10.30 de la mañana con la cara cubierta y armado. Cerca de 30 personas se encontraban en ese momento en la sucursal y algunas se tiraron al suelo. El atracador, al parecer muy nervioso, apuntó al vigilante jurado José Ramón Mira, de 32 años, y le obligó a arrodillarse, según un testigo.
Tras lanzarle una bolsa de plástico, el atracador ordenó a Mira que se acercara a las ventanillas para que los trabajadores del banco le entregaran el dinero. Ángel S. S. metió la bolsa en una mochila y al huir se le disparó el arma. La bala, que no hirió a nadie, se incrustó en la pared.
El guarda jurado salió inmediatamente detrás del atracador y lo persiguió por varias calles. El individuo se detuvo, según otro testigo, en la calle del Olivo y disparó contra la pierna del vigilante cuando éste doblaba la esquina. Un policía local, alertado por los viandantes, reanudó la persecución hasta la plaza de Alfons el Magnánim, a donde acudieron otros agentes y redujeron al atracador. El vigilante José Ramón Mira Muñoz fue atendido en un centro sanitario de la capital valenciana y recibió el alta a última hora de la tarde, según fuentes médicas.
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