García Horcajo recibe insultos en el juicio de Alcalá 20
Familiares de algunas de las víctimas del incendio de Alcalá 20 interrumpieron ayer la declaración del ex concejal socialista Emilio García Horcajo para llamarle "mentiroso". El murmullo de indignación se produjo después de que el ex edil de Seguridad dijera que el Ayuntamiento madrileño creó tras el desastre, una comisión para cubrir las necesidades de los heridos (28) y ayudar a las familias de los fallecidos (81).
El ex edil aludió a esa comisión ante una pregunta de Juan Manuel Hernández, defensor de María Teresa Fernández, la muchacha de 38 años a la que el humo tóxico mantuvo en coma clínico durante seis meses; hoy está parapléjica. Tenía una hija de ocho años la madrugada en que se produjo el siniestro, el 17 de diciembre de 1983.
Al final de la sesión, Hernández subrayó que su cliente, que necesita ayuda hasta para hacer sus necesidades más íntimas, "no ha visto ni un duro" del Ayuntamiento.
El presidente del tribunal decretó ayer impertinentes muchas preguntas. Por ejemplo, la que formuló al ex concejal socialista el letrado Antonio García Pablos (hijo), que defiende a 57 familiares de los 81 fallecidos. Preguntó al ex edil si, después de la tragedia, visitó a algún herido en el hospital. Dijo que no.
En la décima sesión del juicio por Alcalá 20, los abogados de la acusación pusieron en aprietos al ex concejal. "Ha incurrió en contradiciones", interpretaron varios. Mantiene García Horcajo que su labor como concejal de Seguridad no era efectuar inspecciones de los locales públicos ni ordenarlas, ya que para ello contaba con una serie de servicios jurídicos y administrativos que se encargaban de ello. Reiteró también que su concejalía carecía de competencia en la concesión de permisos de apertura u obras de locales públicos. Esa tarea, "históricamente", incumbe a la Gerencia Municipal de Urbanismo o a las distintas juntas de distrito municipales.
Sin embargo, uno de los abogados de la acusación destapó ayer un escrito, fechado el 28 de diciembre de 1983 (once días después del desastre) en el que la concejalía de Seguridad da luz verde a la conversión en discoteca del antiguo teatro ubicado en la calle de Atocha, 125. La firma del documento, en cuyo encabezamiento figura el nombre del área de García Horcajo, es ilegible.
Revela también el documento que la concejalía autorizó el cambio de uso del local pese a que no cumplía todos los requisitos del reglamento de espectáculos de 1982. Enrique Gimbernat, defensor del ex edil, aclaró que ese documento "no tiene ninguna relación con el siniestro de Alcalá 20". El procesado dijo que nunca conoció tal documento.
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