Luyk no ve motivos para la alarma en el Madrid
El inicio liguero del Real Madrid de baloncesto no ha sido espectacular. Dos derrotas, ambas en su cancha, en siete partidos se antoja un resultado poco positivo para el doble campeón de Liga y Copa. Especialmente si se cuenta con dos refuerzos de la calidad y experiencia de Joe Arlauckas y Rimas Kurtinaitis. El reciente fracaso ante el Barcelona (84-95), por contundente, da la impresión de haber disparado las alarmas en el seno del equipo blanco. Clifford Luyk, su entrenador, lo niega.
"Estoy alarmado exactamente igual, ni más ni menos, que el año pasado cuando perdimos con el Barcelona por 11 puntos en el Palacio en diciembre. Quizá esa derrota fue más alarmante porque estaba la competición más adelantada. Luego, sin embargo, ganamos la Copa y la Liga", asegura el entrenador madridista, que descarta la excesiva presión como causa de las dos derrotas sufridas en su cancha, la primera ante el Un¡caja de Málaga."Arlauckas estuvo un poco nervioso. Era la primera vez que jugaba en el Palacio contra el Barcelona y, además, con ese terrible ambiente. Lo acusó. Yo le pregunté después del partido y me confesó que se encontraba en otro mundo. No sabía dónde estaba. Es lógico. Todavía se encuentra en periodo de adaptación a un club como éste".
El discreto rendimiento que está ofreciendo el ala-pivot estadounidense, uno de los fichajes estrella de la temporada en la Liga de la ACB, no preocupa a Luyk. "Joe es un late starter. Quiero decir que le cuesta tiempo adquirir su mejor forma porque está acostumbrado a terminar la Liga muy pronto y pasar tres o cuatro meses de vacaciones en Estados Unidos. Pero no tengo duda alguna de que Arlauckas y el otro fichaje extranjero, Kurtinaitis, nos ayudarán mucho esta temporada. Los dos están entrenándose muy bien y sólo es cuestión de tiempo que ese trabajo que realizan se refleje en los partidos".
Balones perdidos
Lo que puede empezar a causar el insomnio del entrenador del Madrid es la asignatura pendiente: los balones perdidos. La materia se había estudiado a fondo en el verano y se salvaron los primeros parciales, pero llegó el primer examen de verdad, con Aito García Reneses en el banquillo rival, y el suspenso fue inevitable.
"Nos presentamos ante el Barcelona con una media de diez balones perdidos, la mejor de la Liga. De repente, saltamos a 24", recalca Luyk, quien no achaca el descalabro a la defensa azulgrana. "Por esta razón no perdimos más de ocho posesiones. Las restantes se debieron a malos pases nuestros y a ocho o nueve faltas que cometimos en el ataque. Los bases regalaron 11 balones y así no se puede ganar. Pero la culpa fue del conjunto en sí, ya que de 11 a 24 hay un amplio margen".
"La temporada es muy larga y no podemos pretender estar al 100% al principio. El Barcelona tuvo muchas jugadas de suerte. Con ello no quiero restarle méritos. No se pueden sacar conclusiones de un partido en el que no estuvimos a nuestra altura", concluye.
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