Fría acogida en Suráfrica a la propuesta de un referéndum

Los líderes políticos surafricanos han recibido sin entusiasmo la propuesta del presidente Frederik W. de Klerk de celebrar un referéndum con que disipar dudas sobre la oposición planteada desde las filas más conservadoras a las conversaciones multipartidistas. El Congreso Nacional Africano (ANC) y el mayoritariamente zulú Partido de la Libertad Inkatha (IFP) han advertido que el desarrollo político de Suráfrica no permitirá la convocatoria unilateral de un referéndum.De Klerk manifestó el lunes en un mitin de su Partido Nacional que la retirada de los conservadores blancos y negros de las conversaciones multipartidistas había socavado la credibilidad de ese foro. "Estamos en un momento crucial de la negociación", dijo el presidente. "No sería una exageración hablar hasta de una futura crisis. Como demócrata, creo que en semejante situación no hay mejor instrumento que un referéndum".

Los conservadores han reaccionado con división de opiniones a las palabras presidenciales. El pro apartheid Partido Conservador rechaza de plano la propuesta, en tanto que el general Constand Viljoen, líder de la alianza Frente del Pueblo Afrikáner, lo considera una posibilidad a tener en cuenta. Ziba Jiyane, portavoz del IFP, estima que la celebración de tal consulta podría "exacerbar la violencia" que vive el país.

Una fuente del ANC comenta que habría que estudiar la sugerencia presidencial, pero advierte que no debería ser usada como una táctica para retrasar las elecciones previstas para abril de 1994 y que, en todo caso, el referéndum debería ser acordado por el foro multipartidista.

Fuentes del Partido Nacional señalan que uno de los objetivos de la posible convocatoria es dejar en evidencia la debilidad numérica del IFP de Mangosuthu Buthelezi y sus aliados blancos y negros.

Robert Schrire, un politólogo de la Universidad del Cabo, cree que la sugerencia de De Klerk revela debilidad e incertidumbre por parte del presidente, pero también cree que serviría para tantear la fuerza de los partidos políticos negros.