González y Aznar negociaran las leyes anticorrupción

Gobierno quiere abrir este mes una nueva fase en las relaciones con los partidos, una vez superado, el próximo día 20, el trámite parlamentario de las enmiendas a la totalidad de los presupuestos. A partir de esa fecha, el Gobierno persigue un amplio acuerdo con el PP para desbloquear algunos organismos institucionales y para desarrollar la ley departidos, su financiación, la revisión del Estatuto de RTVE y hacer más transparente la Administración. Todos estos aspectos fueron incluidos en el programa socialista bajo el epígrafe de impulso democrático, también llamado medidas anticorrupción. El PP se muestra abierto a esta negociación, que requerirá una entrevista entre Felipe González y José María Aznar, según fuentes gubernamentales.

Alcanzado el acuerdo sobre la cesión del 15% del IRPF, que ha satisfecho a los nacionalistas de Convergència i Unió (CiU), y con la perspectiva de que este partido respalde los presupuestos, el Gobierno entra en una nueva fase de su mandato, según el Ministerio de la Presidencia.La prioridad que el Gobierno ha dado en los tres primeros meses de su mandato a la crisis económica y a las cuestiones autonómicas -y con ellas, a las relaciones con los partidos nacionalistas- dará paso ahora, tras el trámite de los presupuestos, a uno de las temas fundamentales del programa socialista: el impulso democrático.

En este terreno, se pretende adoptar unas medidas para que el sistema democrático recupere la credibilidad, puesta en entredicho por la sucesión de escándalos de corrupción en la pasada legislatura. El Gobierno persigue que la entrada en escena de esta parte del programa socialista vaya acompañada de una ampliación del abanico en las relaciones entre partidos.

El ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, considera que capítulos como la ley de partidos, su financiación, la legislación electoral, la revisión del Estatuto de Radiotelevisión Española, la agilización de la Justicia, y las reformas de los reglamentos del Congreso y Senado necesitan de un amplio acuerdo en el que debe participar el PP. "Sería impensable aprobar estas cuestiones sin un acuerdo con el primer partido de la oposición", aseguran en la Presidencia.

Pérez Rubalcaba asegura que la "revitalización de la democracia" aparece como una cuestión prioritaria en los programas electorales de los principales partidos: el PP, Izquierda Unida y los nacionalistas catalanes y vascos. El Gobierno pretende implicar a los partidos, y especialmente al PP, en cuestiones a las que este partido es muy sensible, como la ampliación de los poderes del Consejo General del Poder Judicial y la elección de candidatos de prestigio para este órgano.Control parlamentario

También existe el objetivo de que la que la adscripción política sea secundaria a la hora de designar personas para dirigir instituciones como el Defensor del Pueblo o el Consejo de Seguridad Nuclear, o para controlar políticamente RTVE. El Ejecutivo está dispuesto a que este control pase del consejo de administración a las comisiones parlamentarias.

En cuanto a la ley de partidos, el Gobierno lleva meses desarrollando una propuesta que recoge un capítulo de derechos y deberes de los militantes, sus garantías internas y la financiación. El vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, es el coordinador de los ministerios que realizan aportaciones y llevará el peso de la negociación con el PP y los demás partidos en esta materia, acompañado por el ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba.

En los asuntos estrictamente parlamentarios, como la reforma de los reglamentos o el Consejo de RTVE, será el presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Carlos Solchaga, quien lleve el peso de la negociación, y por parte del PP, Rodrigo Rato.

El PP se ha mostrado receptivo a la oferta negociadora del Gobierno. Una muestra de ello la ha ofrecido Gabriel Cisneros, representante del PP en la Comisión Constitucional del Congreso. Cisneros afirma que la oferta del Gobierno en estas materias coincide en sus principios con las propuestas del PP. "Luego habrá que ver las propuestas concretas", añade Cisneros.

Medios próximos a la Presidencia del Gobierno creen probable un encuentro a medio plazo entre Felipe González y José María Aznar, pues "estas negociaciones requerirían de una conversación global" entre ambos dirigentes. El jefe del Gobierno trató de facilitar el terreno el pasado jueves cuando dijo públicamente que el Partido Popular ya es "una alternativa real de poder" y que, como tal, hay que entenderse con él.

Sin embargo, el presidente del PP, José María Aznar, manifestó ayer en Galicia, donde respalda la campaña electoral de Manuel Fraga, que no cree en absoluto a Felipe González cuando dice que está dispuesto al diálogo con su partido, informa Javier Rivas. Aznar insistió en que González ha optado por aliarse con los nacionalistas y que "los dos únicos acuerdos a los que han llegado los responsables parlamentarios de ambos partidos [Solchaga y Rato] han ido al traste".

Además del mantenimiento de la oferta al PP, el Gobierno va a abrir un periodo de balance de sus relaciones durante estos tres meses con los nacionalistas catalanes y vascos. Parece ya muy probable que CIU apoye los presupuestos, mientras la decisión del PNV está aún en el aire. En medios gubernamentales se cree que las relaciones con los nacionalistas deben realizarse con el establecimiento de unas reglas del juego claras.

Fuentes del Ministerio de la Presidencia aseguran que esta primera fase debe culminar con una nueva reunión, en los próximos días, que puede realizarse al nivel más alto, entre Felipe González y el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. Tampoco descartan las mismas fuentes que, tras esta reunión, también sea invitado a La Moncloa el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, para desbloquear las relaciones entre el Gobierno y los nacionalistas vascos.