La televisión privada portuguesa hace un balance positivo en su primer año
El primer canal de televisión portugués, Sociedad Independiente de Comunicación (SIC), ha celebrado su primer aniversario con una fiesta memorable y un balance positivo en todos los aspectos. Los propietarios de la SIC, liderados por el grupo Sojornal, del ex primer ministro Francisco Pinto Balsernáo, también dueño del semanario Expresso, tienen motivos de sobra para estar satisfechos: ha conseguido ser la segunda cadena más vista en Portugal.
Un año después de su entrada en funcionamiento, el 6 de octubre de 1992, el primer canal privado de televisión ha conquistado una audiencia media del 20%, que asegura la viabilidad económica de la empresa, a pesar de la crisis que reduce los ingresos de publicidad de todo el sector. Encaran ahora con relativa tranquilidad la ampliación de capital proyectada para dotar a la SIC de un capital de 3.000 millones de escudos (unos 2.300 millones de pesetas).Según su director, Emidio Rangel, la SIC es ya el segundo canal de televisión en Portugal, detrás del Canal 1, de la estatal RTP. El segundo canal estatal sólo consigue una ligera ventaja, con la exclusiva de la retransmisión en directo de los principales partidos de fútbol de la Primera División nacional. Aun así, Pinto Balsemâo acusa al Gobierno portugués (le concurrencia desleal en materia de financiación del servicio público de televisión, y ha presentado quejas al Tribunal Supremo Administrativo y al Tribunal Europeo de la Competencia.
A su entender, las subvenciones estatales, destinadas en principio a compensar a la RTP por la prestación de servicios de utilidad pública. no rentables económicamente (cobertura de los archipiélagos de Azores y Madera, RTP Internacional, asistencia a la televisión de lengua portuguesa en el extranjero), no pueden ser utilizadas para financiar la programación normal, asegurada por los ingresos de publicidad, de los cuales la RTP, a través de su asociada RTC (Radio televisión Comercial), se lleva la parte del león.
Desde el punto de vista del público, la aparición de la televisión privada ha sido "el acontecimiento del año l992" en Portugal, y el mero hecho de haber quebrado el monopolio estatal es un bien absoluto, sobre todo en
materia de información.
Ser diferente
Para la mayoría de los entrevistados en una encuesta de opinión, la SIC no consiguió todas sus promesas de mayor calidad e independencia (es vista como televisión de oposición y tachada de caer demasiadas veces en el sensacionalismo), pero tuvo el mérito de ser diferente y de introducir en Portugal una serie de programas "nunca vistos antes" -algunos de calidad, como National Geographic o Playboy; otros, bastante dudosos, como el concurso italiano de strip-tease Colpo basso. Para la crítica especializada, "lo mejor de la SIC es el cambio que provocó en la RTP", obligando a alterar métodos, estilo y a hacer grandes inversiones para reforzar su programación cinematográfica y deportiva.Menos brillantes son los resultados del segundo canal privado -TVI-, propiedad de la Iglesia católica, que no ha encontrado aún un público y una imagen definidos y que está haciendo enormes esfuerzos para recuperarse de la "falsa partida" en el tiempo que le falta para cumplir un año, contratando a algunos de los presentadores más famosos de la RTP y de la SIC.
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