El Ejército surafricano mata a cinco jóvenes en un asalto en busca de armas en Transkei
Cinco jóvenes, con edades comprendidas entre los 11 y los 19 anos, murieron ayer en el asalto del Ejército surafricano contra una vivienda de Urritata, la capital del homeland de Transkei, que los servicios de información militar consideraban una importante base de operaciones del grupo guerrillero Ejército Popular de Liberación de Azania (APLA), implicado en varios asesinatos de blancos. El presidente Frederik W. de Klerk tuvo conocimiento del ataque y manifestó que haría una declaración sobre lo sucedido."Se han aprehendido armas y documentos", señaló una declaración de Defensa. "En la operación murieron las cinco personas que había en la casa, que ofrecieron resistencia". Según Defensa, "está confirmado que la casa era una base del APLA".
Uno de lo responsables del Congreso Panafricanista, el partido radical cuyo brazo armado es el APLA, dijo que en la operación murieron dos hermanos gemelos de 16 años, un tercer hermano de 12, y dos de sus primos, de 11 y 19 años.
El ataque de ayer contra Umtata supone la primera incursión en muchos años del Ejército surafricano contra un territorio que Pretoria considera un país independendiente, independencia no reconocida por ninguna otra capital del mundo. El ataque se produjo mientras el hombre fuerte del homeland, general Bantu Holomisa, se encontraba en Bruselas acompañando a Nelson Mandela.
"No hay excusa de ningún tipo para matar a gente inocente, aunque sea del APLA", dijo el líder del Congreso Nacional Africano (ANC). "Esto es un acto de puro bandidaje".
Mandela manifestó que no creía que este incidente fuera a afectar a la marcha de las actuales negociaciones multipartidistas sobre el futuro de Suráfrica. Lo que sí puede afectar a ese proceso es la cada vez más decidida voluntad de algunos grupos conservadores blancos y negros de boicoetar todo el proceso.
El presidente del mayoritariamente zulú Partido de la Libertad Inkatha, Frank Mdlalose, anunció ayer la formación de una Alianza de la Libertad, integrada por su propio partido, los Gobiernos de los homelands de Ciskei y Bophuthatswana y algunos grupos ultra conservadores añorantes del régimen del apartheid. El objetivo de la Alianza es mantener conversaciones exclusivamente bilaterales con las otras partes que participan en las conversaciones multipartidistas, del Gobierno al ANC. "Las negociaciones multipartidistas son una farsa. No volveremos a participar en ellas", dijo Mdlalose.
También ayer, la Asamblea Nacional de Naciones Unidas levantó las sanciones que había impuesto al régimen racista. La decisión de la asamblea se produjo dos semanas después de que el propio Mandela pidiera el fin de todas las sanciones económicas en vista de los "históricos" avances hacia la democracia no racial en Suráfrica.
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