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Un retorno muy especial

Palestina vuelve al movimiento olímpico a los 21 años de la tragedia de Múnich

El Comité Olímpico Internacional (COI) tiene casi 200 miembros. Muchos de ellos resultan casi simbólicos y sin peso deportivo, pero algunos son auténticas estrellas por motivos políticos. Palestina es el último y más significativo. El COI ha admitido, aunque con el eufemismo de "a título provisional", a un nuevo comité muy especial. Fue hace menos de un mes. Sólo cinco días después de la firma en Washington del tratado de paz con Israel. Volvía al movimiento olímpico a los 45 años de desaparecer y sólo 21 más tarde de que un comando provocase en Múnich la mayor tragedia de la historia olímpica. Atlanta, en 1996, más aún que Barcelona en 1992, va camino de ser la cita de la reunificación total.El rápido ingreso de Palestina en la familia olímpica ha sido el último detalle de la sensibilidad política con que el COI trata los últimos acontecimientos mundiales. Mientras en otros tiempos se esperaba .Con lentitud situaciones consolidadas, ahora las reacciones son inmediatas. Sucedió recientemente con Suráfrica y ha vuelto a ocurrir hace menos de un mes con el caso palestino.

Apenas una semana antes de la lola Sesión de Montecarlo, el mismo día de la firma del acuerdo de Washington, el COI hizo pública una nota de felicitación a todas las partes, incluido Estados Unidos, "por un acuerdo histórico que abre la vía a la paz, un principio fundamental que inspira a todo el movimiento olímpico".

Regreso condicionado

El presidente del COI, Juan Antonio Samaranch, había declarado dos días antes de la firma que el movimiento no pondría traba alguna al ingreso de Palestina, pero lo condicionaba a ella. Era el momento que esperaba para tomar la decisión.La comisión ejecutiva del COI sólo tenía previsto proponer a la Sesión, tras su reunión del 18 de septiembre, el reconocimiento de siete pequeños e intrascendentes comités nacionales: Burundi, Cabo Verde, Santo Tomé y Príncipe, e Islas Comores, africanos; Dominica, Saint Kitts y Nevis, y Santa Lucía, centroamericanos. Añadió, sin embargo, el del Palestina (OCP), según se preveía.

Al menos diez federaciones internacionales, el doble de las pedidas por el COI, han reconocido ya al deporte palestino: baloncesto, tenis de mesa -los dos más practicados por la mayor facilidad de espacio, aunque el más popular sea el fútbol, que no será reconocido por la FIFA hasta el próximo congreso de junio-, atletismo, balonmano, boxeo, gimnasia, halterofilia, yudo, lucha y voleibol.

El problema para el reconocimiento del OCP era que no tenía territorio ni lugar físico para su sede, que ahora estará en Jericó. Allí, precisamente, jugó ayer por primera vez Palestina un partido de fútbol contra una selección francesa de veteranos como Giresse, Rocheteau, Platini, Tigana o Bossis. Ganó por 10. El combinado francés jugará también contra otro equipo israelí para sellar con el deporte el nuevo tiempo de paz.

El OCP había peleado desde 1978, y con más insistencia desde 1987, por algo que perdió de forma dolorosa en vísperas de los Juegos de Londres, en 1948. El 4. de julio, el OCP -creado el 16 de mayo de 1934-, pasó a ser el OCI, el Comité Olímpico de Israel -reconocido por el COI para participar en los Juegos de Helsinki, en 1952- Sin saberlo, el comité organizador de los Juegos londinenses confirmaba por telegrama al OCP el 16 de julio su participación, pero una hora más tarde le enviaba otro señalándole que por indicación del presidente del COI, el sueco J.Sigfrid Edstrom, no podía participar -porque Palestina no existía como Estado.

La OLP creó en 1964 el Consejo Superior de la Juventud y los Deportes, con rango de ministerio. En los territorios ocupados dos federaciones agrupan a los clubes. En Cisjordania, por ejemplo, hay alrededor de 200.Pero la situación ha sido demasiado dificil para sobrevivir y las instalaciones son casi nulas. Sólo queda un polideportivo de los siete que existían antes de la Guerra de los Seis Días, en 1967, y la única piscina que había en Jerusalén Este fue cerrada por razones económicas. Los palestinos han hecho deporte por libre en el extranjero agrupándose en el exilio como en Chile, Alemania, España o Estados Unidos.

Han tenido que pasar 45 años y una tragedia como la toma de rehenes de los Juegos de Múnich, en 1972, que se saldó con 11 atletas israelíes muertos, para que la historia deportiva de Palestina también dé la vuelta.

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