Cárcel para la última fugitiva
Una activista radical de EE UU, condenada tras 23 años como anónima ama de casa
Katherine Power, una activista radical de los sesenta que fue buscada por la policía durante los últimos 23 años, fue condenada ayer a entre ocho y doce años de cárcel por el asesinato de un policía durante el robo de un banco en 1970. Power, que vivió desde entonces camuflada en la personalidad de un ama de casa y madre de familia, se había declarado culpable del delito que cometió cuando creía que la revolución popular contra el establishment era posible en Estados Unidos.Power era la última fugitiva de aquella época en la que por los campus universitarios norteamericanos circulaban la marihuana y figuras como Angela Davis, Tom Hayden o Bobby Seale, el fundador de los Panteras. Negras. Eran aquellos tiempos en los que miles de jóvenes norteamericanos creían que el Gobierno tenía que pagar por la matanza en Vietnam.
Después del robo de aquel banco de Boston en el que ella era parte de un comando armado que le disparó un tiro en la espalda al oficial de policía Walter Schroeder, Katherine se convirtió en Alice Metzinger, copropietaria de un café de Villamette Valley (Oregón), madre de un hijo de 14 años, y, desde 1992, esposa de un honrado contable.
Nadie sabía nada de Katherine. Sus padres la daban por muerta desde hacía tiempo, hasta que el mes pasado Alice confesó su verdadera personalidad y decidió entregarse a la policía a cambio de que se retirasen algunos de los cargos contra ella. Los hijos del policía muerto se han quejado durante el proceso judicial de que Katherine Power ha sido tratada más como héroe que como criminal. Varias decenas de agentes uniformados bloquearon ayer la entrada a los juzgados de Boston para dejar patente el vivo recuerdo que se guarda de Schroeder. "Esto ha sido como poner sal en nuestra herida", comentó uno de los hijos del policía, al considerar que, con buena conducta y otros descuentos, la cómplice de la muerte de su padre puede estar en la calle dentro de cuatro años. En realidad, Katherine, que únicamente conducía el coche del comando, no fue la que disparó contra el oficial.
El juez Robert Banks dijo que, además de los años de cárcel, Power tendrá obligación de presentarse periódicamente durante 20 años a las autoridades. El juez le advirtió también que no podrá jamás escribir un libro o tomar parte en cualquier actividad que le reporte un beneficio económico por su crimen.
Durante el proceso, Katherine fue ayudada por las opiniones de todos los que hoy reconocen en ella a una cariñosa vecina y una excelente chef de cocina, así como de amigos de su juventud que han explicado que las actividades de Katherine hace más de 20 años formaban parte del loco sueño de una joven profesora de Brandco University (Massachusetts).
Power, que ahora tiene 44 años y no comparte las ideas de entonces, relató en el juicio que seguir escondiéndose se le había hecho insoportable. "Ahora estoy aprendiendo a vivir abiertamente y con la verdad por delante", ha comentado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.